José Sequera | La Prensa.- ¡Bum!, fue lo que escuchó la señora María de Dudamel cuando ayer por la tarde un carro atravesó la pared de la sala de su casa, ubicada en la calle 38 con carrera 10, a escasas dos cuadras de la avenida Ribereña.
De acuerdo al testimonio del chofer del vehículo, él intentaba subir por la calle 38 hacia el centro, pero el carro no agarró fuerza y se le fue para atrás.
“Yo aceleré y al otro instante ya el carro estaba dentro. De una me bajé para verificar que nadie se fuese lastimado”, admitió el hombre.
Toda la parte trasera del Ford LTD color piel (que estaba bien abollado), terminó dentro de la humilde casa. El vidrio de atrás quedó roto y los rines de los cauchos doblados.
Mientras le temblaba la voz, María contó lo asustada que se sintió cuando vio el carro romper la pared hecha de bloques de cemento.
“Yo estaba hablando por el teléfono fijo de la casa a eso de las cinco de la tarde, cuando escuché un sonido de frenos y al otro momento el carro atravesó la pared y todo se llenó de mucho polvo”, precisó.
La septuagenaria dijo que justo al momento del impacto una de sus hijas no la pensó dos veces para jalarla de un brazo. “Si ella no me jala, me fuesen caído pedazos de bloque llegaron hasta la cocina”, soltó Dudamel en medio de los escombros.
A pesar de seguir asustada, la mujer sólo le agradeció a Jesucristo que ninguno de sus bisnietos estaban acostados en una cama que hay en la sala.
“Allí duermen dos de mis nietos y por eso agradezco a Jesucristo que es tan bueno conmigo y no permitió que a nadie le pasara nada malo”, sentenció.
Los hijos de la señora María le hicieron un llamado a la gobernadora del estado Lara, Carmen Meléndez para que les ayudara con la reconstrucción de la casa.
“Aquí vivimos siete personas, y somos una familia bastante humilde y cristiana. Queremos que Carmen Meléndez nos ayude para que mi mamá vuelva a tener la casa digna que se merece”, manifestó una de sus hijas.