Enmanuel De Sousa | LA PRENSA.- “No se consigue nada, trabajo con lo que tengo y eso ha bajado la clientela porque no puedo hacer todo tipo de reparación. Hace 3 meses hacía 100 mil bolívares diario y ahora hago 30 mil”, manifestó Alexis Mendoza, un zapatero con 36 años de experiencia en la calle 42 de Barquisimeto.
Y es que ante la escasez de insumos, zapateros se limitan a cambiar suelas o las tapas de los zapatos, cuyo precio es de máximo 10 mil bolívares, lo que a su vez no alcanza para cubrir todos los gastos necesarios para mantener el negocio a flote.
Hay zapateros, que optan por pedir el material a Colombia, por lo que deben cancelar en pesos. Explican que traer de la hermana república los pares de suelas puede costar hasta 70 mil bolívares cada par, aunque los pedidos se hagan al mayor.
Se ven, pero caros
Hay rubros que todavía se ven en el mercado, sin embargo, su precio no es asequible. El hilo negro, que es el más usado, puede costar hasta 120 mil bolívares. Zapateros consultados aseguran que han tenido que usar de todos los colores y cuadrar que “combinen” con los zapatos.
Las plantillas anatómicas, consideradas originales, cuestan hasta 50 mil bolívares un solo par, por lo que están recurriendo al uso de foami y cartón como una alternativa pues la lámina de foami la consiguen a 30 mil bolívares.
Por otro lado, el material de tela que forra un calzado en su interior cuesta hasta 180 mil bolívares el metro, según explicaron los zapateros consultados.
Comprar al mayor tampoco es una opción porque una lata de pegamento tiene un costo regulado de Bs. 2 millones 800 mil. “De un día para otro nos aumentaron todo, una suela cambió de 35 a 70 mil en una semana; todo está muy mal”, dijo Brenda Pérez, encargada de un tienda de zapateros en el centro de la ciudad.