AFP | LA PRENSA.- Venezuela mató la ilusión de Paraguay de estar presente en el Mundial de Rusia-2018 al vencerlo 1-0 la noche del martes en Asunción en la decimoctava y última fecha de las clasificatorias sudamericanas.
El único gol del encuentro disputado en el estadio Defensores del Chaco de la capital paraguaya ante unos 40.000 espectadores fue anotado por el volante Yangel Herrera a los 84 minutos.
El partido, intensamente disputado, pudo haber tenido un resultado más abultado para el visitante pero el portero paraguayo, Antony Silva, tapó providencialmente dos remates mortíferos de John Murillo en sendos mano a mano.
Con más voluntad que buen juego los paraguayos intentaron por todos los medios ingresar a la impenetrable defensa venezolana, pero los dirigidos por Rafael Dudamel, con precisión milimétrica, sortearon todos los escollos.
La frustración de la albirroja motorizó en contrapartida contragolpes electrizantes de la visita que por poco no culminaron en conquista.
La victoria de Brasil ante Chile presionó al entrenador paraguayo, Francisco ‘Chiqui’ Arce, a mandar al campo de juego a sus delanteros Oscar ‘Tacuara’ Cardozo y Antonio Bareiro.
Quedaron afuera Cecilio Domínguez y Tony Sanabria.
– Ataques alocados –
Con ataques alocados, los guaraníes buscaron marcar la diferencia pero les fue imposible llegar al arco adversario.
La recia defensa integrada Robert Hernández, John Chancellor, Wilker Angel y Rubert Quijada, asistida desde el medio por Sergio Córdova y Yangel Herrera, funcionó a la perfección y con disciplina prusiana.
En uno de los cañonazos de Murillo contra el arco paraguayo se lesionó el central Paulo Da Silva en una tentativa por detenerlo.
Lo sustituyó el lateral izquierdo Miguel Samudio quien imprimió algo de profundidad al ataque pero que se fue diluyendo ante el terrible automatismo de la máquina venezolana que despejaba todo.
– Una Venezuela inexpugnable –
Las situaciones se fueron multiplicando para la Vinotinto. A los 76 minutos se volvió a salvar Paraguay. El turno fue de Salomón Rondón. En la boca del arco, la pelota se le fue para arriba.
Venezuela no se amilanó ante la presión albirroja. El equipo de Dudamel continuó tranquilo, sosegado, concentrado, inexpugnable.
Dudamel realizó cambios estratégicos y bien espaciados para soportar los embates de los locales. Con notable profesionalismo, controló todas las acciones, con la suma de jugadas dilatorias y provocaciones que desafiaron la impaciencia albirroja.
Una vez más, a los 82 minutos, Rondón estrelló un balón en el travesaño del arquero Silva y dos minutos después cayó la hecatombe.
Con el campo paraguayo a merced de la visita, Herrera fue habilitado por Rómulo Otero para anotar sin contemplaciones, de frente al arco de Silva.
El sueño paraguayo se esfumó de repente.
Impotente, Paraguay siguió jugando a los pelotazos con una presión incontenible pero el esfuerzo no rindió sus frutos.
Cuando no defendió la defensa visitante, el protagonista fue el juvenil arquero Wuilker Fariñez, de 19 años.
Como corolario de la lucha fueron expulsados a los 89 minutos de juego el defensa venezolano Wilker Angel y el paraguayo Gustavo Gómez, por agresión mutua.
En el minuto de descuento, el delantero venezolano Rómulo Otero tuvo una última oportunidad pero el defensa Junior Alonso le arrebató el balón cuando se disponía a rematar.
– Demostración de profesionalismo –
El técnico venezolano Rafael Dudamel dijo que sus jugadores «dieron demostración de profesionalismo, de integridad, de valores. Han jugado con una gran honestidad…», remarcó.
Dudamel dijo que los paraguayos «podían pasar dos días seguidos en nuestra área y no nos iban a meter un gol…».
El entrenador destacó que «no vinimos a cumplir un trámite. Fue un compromiso optimista de cara al futuro. Fue una buena manera de culminar la eliminatoria», remarcó.
A su turno, el técnico paraguayo Francisco «Chiqui» Arce dijo que se iba triste.
«Parecía que íbamos a lograr la clasificación pero fracasamos», destacó.
«Equivocamos el camino. No dimos un pase bueno, nos desesperamos. En los minutos finales (el equipo) fue un desorden total», sentenció.
«Hemos facilitado con errores no forzados a los rivales para que nos pudieran vencer», manifestó Arce.