Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Oswaldo José Arias Rodríguez (24) fue asesinado de un disparo en el cuello cuando conducía, ayer a la una de la madrugada, por la avenida Lara a la altura del Tiuna. El joven se detuvo alver una barricada y enese momento lo atacaron.
Iba camino a su casa en Valle Hondo, conduciendo un Fiesta Power de color negro. Lo acompañaba su novia y dos amigas. Oswaldo estaba supuestamente en una discoteca al este de Barquisimeto.
Cuando eran casi la una de la madrugada Oswaldo, quien era estudiante de Ingeniería en la universidad Yacambú, decidió marcharse para irse a su casa en Valle Hondo. Cuando iba por la avenida Lara, en las adyacencias del restaurante Tiuna unos escombros en la vía hicieron que se detuviera y allí supuestamente le salieron unos encapuchados para robarlos. “Mira amor, nos van a robar”, comentó la víctima a su novia que iba de copiloto.
Oswaldo sabía que si se quedaba algo malo le iba a pasar, así que decidió retroceder, pero en ese momento, varios hampones encapuchados salieron de ambos lados de la vía y los comenzaron a robar; estaban armados.
El joven quedó acorralado, pero después de que entregaron las pertenencias en cuestión de segundos, los encapuchados luego de terminar su fechoría dejaron que se fueran, pero de inmediato comenzaron a dispararle al carro. Una de las balas rompió el vidrio del parabrisas trasero y penetró en el cuello del estudiante.
Al parecer cuando los tipos se percataron de que el joven estaba herido se esfumaron del lugar. Las muchachas que lo acompañaban comenzaron a gritar. Cuenta una vecina del lugar que se escuchaban los gritos.
La novia estaba desesperada y pidió ayuda un señor que iba pasando por el lugar conduciendo su vehículo y fue el que los llevó hasta el Hospital Internacional. Al joven lo atendieron, pero los médicos no pudieron salvarle la vida, falleció tras su ingreso.
Las dos muchachas que lo acompañaban se quedaron en el sitio donde ocurrió el robo cuidando el carro, junto a otros vecinos que se atrevieron a acompañarlas.
Ayer en la mañana la familia llegó al hospital, estaban destrozados y no podían creer lo que le sucedió a ‘‘Oswaldito”, como le decían cariñosamente, y a quien describieron como joven muy carismático, tranquilo y alegre.
Los detectives del Cicpc comenzaron a investigar el crimen desde que llegaron al centro de salud para buscar el cuerpo y trasladarlo a la morgue del Hospital Central. Vecinos denunciaron que hay una banda que opera allí.