Jesús Alí Oviedo | LA PRENSA.- El 45% de los jóvenes internados en los centros socioeducativos del Servicio de Atención Integral a la Niña, Niño y Adolescente (Saina) son mayores de 18 años, según informó ayer Said Schwarz director de la institución.
La permanencia de estos adultos en los dos recintos designados para menores de edad que han cometido delitos que implican responsabilidades penales se debe al retardo de los procesos judiciales en los tribunales de la entidad, destacó Schwarz.
El retardo procesal acarrea problemas administrativos porque se alarga la estadía de los jóvenes en el centro por lo que requieren más recursos económicos para garantizar su manutención, señaló el directivo.
Sin embargo, aclaró que en los últimos dos meses se han acelerado los procedimientos porque se han estrechado relaciones con la Fiscalía General de la República y las autoridades del Circuito Judicial.
También destacó que el retraso persiste por irregularidades en los tribunales, fallas en la tramitación de los documentos legales o porque los testigos no se presentan en los juicios.
El Centro Socioeducativo Pablo Herrera Campins, en El Manzano, están recluidos 250 adolescentes y jóvenes masculinos, de los cuales 114 ya están en la adultez. Mientras que el Centro Socioeducativo Barquisimeto, en la carrera 17 con calle 61, hay 35 jovencitas, pero 14 de ellas superan los 18 años.
“ A la institución no le corresponde la administración de aquellos que son mayores de edad”, afirmó Schwarz, mientras destacaba que estos recintos están trabajando a su máxima capacidad.
Explicó que si los jóvenes ya cumplieron con el tiempo establecido por los tribunales para estar dentro de dichos espacios lo ideal es que se agilice su salida; pero en aquellos casos donde aún no, deberían ser trasladados a cárceles.
Ambientes violentos
Los chamos que están dentro de los centros socioeducativos provienen, en la mayoría de los casos, de sectores populares donde los niveles de conflictividad son elevados y al llegar a estos e interactuar con los demás se tiende a agudizar la violencia.
“La atmósfera de violencia siempre va a existir, pero hemos implementado formas para disminuirla”, afirmó Schwarz.
Describió que han ideado actividades artísticas, deportivas y agrícolas para mantener a los chamines activos durante el día y que los roces entre ellos disminuyan porque al confluir adultos con adolescentes hay quienes quieren tomar control.
Pocos escolarizados
Entre el centro de Barquisimeto y El Manzano sólo hay 47 adolescentes que están estudiando, esto significa que el 83% del total de la población no está escolarizada.
Schwarz destacó que esto tiene múltiples causas, entre estas, hay quienes no tienen cédula de identidad porque los padres no facilitan las partidas de nacimiento u otros documentos, por lo
que no se puede gestionar el papeleo para que reciban instrucción académica.
Añadió que en otros casos los chamos están desinteresados por la educación y deciden no formarse.
Crisis los apalea
La escasez, desabastecimiento e inflación tiene perjudicado al Saina porque se les dificulta el acceso a los bienes alimenticios, productos de higiene personal y vestimenta para quienes están en los recintos, además de las artículos que se requieren para el mantenimiento de las instalaciones.
“Estamos viviendo en un entramado donde la economía nos está arropando”, reflexionó.
El presupuesto de la institución deviene de la gobernación de la entidad. Pero el director explica que la alcaldía de Iribarren refiere adolescentes a través del Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente (Cepnna), pero no aporta apoyo económico.