Joelis Sosa Alvarado | LA PRENSA.- Pocos saben qué pasa. Es un misterio. Se esfuma. El cemento luego de ser procesado en la industria e inicia la fase de distribución, comienza a desaparecer.
Desde hace diez años, cuando el gobierno nacional expropió las plantas y distribuidoras cementeras que operaban en el país entre ellas Vencemos, comenzaron a crearse diferentes “mafias” que han afectado a la industria de la construcción y particulares que al momento de querer adquirir este rubro se encuentran con las respuestas “no hay” o “Te lo dejo en Bs. 50 mil el saco”, cuando su valor real es de Bs. 16 mil.
Actualmente las plantas cementeras a nivel nacional están operando a un 50% de su capacidad instalada. El criterio lo hace Orlando Chirinos, presidente de Fetracemento, quien explicó que de 9 millones métricos que se procesaban hace tres años ahora se ejecutan entre 4 a 5 millones métricos; cosa que ha sido el factor principal de estas mafias, pues la demanda a nivel nacional es de 15 a 18 millones de toneladas métricas.
“El problema está en que hay mucha demanda y poca producción, no obstante a esto la mayor parte de la producción la acapara la Misión Vivienda que deja al resto de los constructores sin el material”, afirmó Chirinos, quien además explicó que el descontrol de venta de ello se debe a que quienes tienen acceso al cemento con mayor facilidad -Misión Vivienda- se aprovechan y venden el saco hasta en 50 mil bolívares, cuando lo compran a Bs. 2 mil.
Chirinos afirma que la planta Lara de la Venezolana de Cemento o Corporación Socialista de Cemento está produciendo a un 60 por ciento de su capacidad debido a la carencia de los insumos como los sacos que requieren materia prima que debe ser importada y repuestos para reponer las piezas de las maquinarias como los cuerpos moledores y los hornos de ladrillos refractarios.
El también dirigente sindical de trabajadores de esta empresa señaló que han denunciado esta irregularidad infinidades de veces ante los diferentes organismos de seguridad y entes gubernamentales, pero no han obtenido respuestas concretas; espera que con el “Plan Cemento”, que hasta fue presentado ante la Asamblea Nacional Constituyente, donde se solicita una revisión profunda de las cementeras en acompañamiento por los trabajadores y mejora de la distribución para que con ello se solvente esta situación.
Otro de los factores que afecta la distribución del cemento es que los trabajadores de esta cementera reciben ocho cupos de compra al año, cada cupo equivale a una paleta que incluye 48 sacos de cemento de 42 kilos; esta información fue suministrada por un trabajador de la empresa que prefirió resguardar su identidad para evitar acciones en su contra.
El hombre afirmó que los obreros revenden el producto entre 40 y 50 mil bolívares. “Algunos lo ofrecen más barato porque lo hacen para cubrir las necesidades en sus hogares porque el
sueldo no le es suficiente, otros que simplemente se aprovechan”, sentenció.
En esta planta ubicada en Lara laboran 600 trabajadores y en el territorio nacional hay más de 8 mil 200 distribuidos en Maracaibo, Trujillo, Pertigalete, San Sebastián de los Reyes, Monagas, Falcón, Guayana, Ocumare del Tuy, en otros.
Crisis se agudiza
Daniel Antequera, diputado ante la Asamblea Nacional, señaló que la situación completa del sector construcción está en crisis, señalando que la planta más importante productora de cemento a nivel nacional, ubicada en el estado Lara está en un estado crítico y afirmó que puede seguir creciendo si no se hace algo al respecto.