Osman Rojas | LA PRENSA.- “La gente se tiene que enfermar de día si quiere ser atendido por algún médico en este país”. La advertencia parece un chiste de mal gusto, pero sirve para ejemplificar lo que es el sistema de salud venezolano en los momentos actuales. Y es que, la falta de especialistas en las clínicas obliga a los centros privados a mantener sus puertas cerradas después de las 6:00 de la tarde.
Vergüenza, rabia e indignación hay en el gremio ante este fenómeno que evidencia aún más la crisis humanitaria en Venezuela. René Rivas, vicepresidente del Colegio de Médicos en el estado Lara, aseguró sentirse preocupado ante la huida masiva de especialistas del país y pidió al Gobierno nacional tomar cartas en el asunto para que las clínicas sigan abiertas.
Ahora mismo tenemos a la IDB, a la IDET y a la Santa Fe cerradas porque no hay médicos que cubran las guardias. Esto es algo que no pasaba antes a nivel privado y eso debe llamar a reflexión a las autoridades sanitarias en el país”, dijo preocupado el doctor.
Para Rivas, las condiciones en el ejercicio de la medicina no están dadas y eso hace que los médicos elijan irse del país. “Los médicos se van y nadie hace nada para frenarlos”, lamentó Rivas.
Anestesiólogos, pediatras, neurocirujanos y cardiólogos hacen falta en todos los centros privados del estado. Gastroenterólogos, oftalmólogos e intensivistas son las otras especialidades que se han ido sumando a la lista.
Cuando un centro privado no abre las puertas es porque no tiene cómo ofrecer el servicio. La crisis en algunas clínicas es tan evidente que sólo reciben a pacientes que vaya con una referencia directa”, explicó Rivas.
La ausencia de especialistas no se nota únicamente en el sector privado. En los hospitales las guardias son cada vez menores y los pacientes sienten con rigurosidad la falta de especialistas.
“Aquí me hacen falta unos especialistas”, llegó a confesar el doctor Marcial Daza, director del Antonio María Pineda al ser consultado.
El Luis Gómez López y el hospital pediátrico también necesitan especialistas. La ausencia de médicos en estas instituciones es tan marcada que el centro infantil tiene un año sin intensivista en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).