Osman Rojas | LA PRENSA.- Sus ojos brotaron y su voz tembló. “¿Cuánto dijo?”, preguntó a la cajera sin poder creer lo que había escuchado. “La cristalina nos llegó en 120 mil bolívares”, repitió la muchacha. Luego de la respuesta, la señora Ángela Tovar abandonó la farmacia con una preocupación evidente en su rostro y con un temor más que justificado: “Nunca más me pondré el tratamiento”, analizó la diabética antes de abandonar la droguería.
La escasez de insulina que se vivió en las calles hace unos dos meses es cosa del pasado. Ahora el problema para los enfermos es ver cómo consiguen el dinero para pagar el tratamiento y es que, en las grandes farmacias del estado, el medicamento para controlar la diabetes apareció, pero el precio va de los 90 a los 120 mil bolívares, dependiendo del laboratorio.
La pensión no la puedo gastar sólo en medicamentos. Yo no uso nada más la cristalina, también tomo pastillas para la tensión, pero en estos momentos no sé qué voy a hacer. Con los precios que se manejan ahora no me alcanza ni para comprar un kilo de maíz”, denunció Tovar.
Cada día es más evidente la dolarización de los precios en cuanto a los medicamentos. Ahora mismo no sólo son los fármacos para la hipertensión o la osteoporosis los que aparecen con precios exorbitantes, pues los diabéticos también sufren con este fenómeno.
Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven), ha denunciado en reiteradas ocasiones la determinación que muestra el Gobierno nacional para acabar con el acceso de los medicamentos.
El farmacéutico asegura que el Ejecutivo nacional prioriza otros sectores por encima de la salud y por eso los laboratorios han decidido marcharse de Venezuela.
“Hay una deuda millonaria con el sector y eso no es un secreto para nadie. Los laboratorios no producen y por eso no hay distribución de medicamentos. Si vemos fármacos con precios exuberantes es porque las mismas farmacias deciden importarlo con precio de dólar paralelo porque no tenemos divisas preferenciales. Cada vez van a ser más los medicamentos con alto costo en el país”, vaticinó Ceballos con mucha preocupación.