Cristina Linárez | LA PRENSA.- Residentes de las urbanizaciones afectadas durante las protestas se sienten ignorados por la poca ayuda que les presta el Estado para arreglar sus residencias.
Manifiestan que han quedado golpeados moralmente, con dificultad para reponerse a las pérdidas materiales. Cercas perimetrales, portones, ventanas, puertas y vehículos siguen dañados en urbanizaciones, como Valle Hondo, Yukpa, El Cristal, Club Hípico Las Trinitarias y Los Cardones, y son los residentes los que están haciendo maromas para arreglarlos debido a que el gasto es elevado.
“Nosotros estamos tratando de arreglar los daños que quedaron de las protestas”, expresó Ester Pacheco, quien vive en la residencia Los Cardones, en El Cardenalito.
La dama suspira y dice que están haciendo vendimias y “potazos” en las calles, porque arreglar sólo el portón eléctrico sale en 10 millones de bolívares, señala fue tumbado por una tanqueta de la GNB.
Vecinos del Club Hípico Las Trinitarias se quejan de que tras el allanamiento los organismos de seguridad se llevaron los DVR de las cámaras y no las entregaron, y dañaron varias puertas.
En otras urbanizaciones están recogiendo el dinero para poder hacer la reparación completa. Nelly Cuenca, secretaria general del Cepaz, aseguró que sí se hicieron muchas reparaciones, pero fue difícil reparar todo porque al día siguiente volvían a dañar las cosas. Asegura que están haciendo un nuevo inventario para arreglos adicionales.