Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Johan Manuel García de 22 años, murió tras recibir una descarga de escopeta en la cabeza, cuando ingresó sin permiso a una granja de cochinos en el sector Lomas de Sanare, en el municipio Andrés Eloy Blanco. El hecho ocurrió ayer a la media noche.
Se conoció de manera oficial que Johan, ingresó a la hacienda sin permiso acompañando a un grupo de hombres. Todos estaban encapuchados, iban a robar los cochinos, según lo informó una fuente oficial.
Johan ingresó a la media noche junto con sus compinches, saltaron las rejas de una de las hectáreas y se fueron al lugar donde estaban los animales, pero en los alrededores de la granja estaban dos vigilantes.
Los dos caminaban cada uno portando una escopeta. A pesar que todo estaba en total oscuridad, vieron a los hampones cerca del establo donde están los cochinos.
De inmediato se alertaron, pues la granja ya había sido roba en varias ocasiones. Entonces comenzaron a ver la movida de los maleantes. Hasta que llegaron a donde estaban.
Comentó la fuente que los delincuentes comenzaron a dispárarles a los dos vigilantes, pero estos se escondieron, en ese instante, asustados los hampones se fueron.
Pero en el lugar quedó Johan, quien no pudo escapar, sin embargo también estaba armado, y disparó en contra de los dos hombres. Entonces se formó un enfrentamiento hasta que uno de los vigilantes lo precisó y le disparó con la escopeta en la cabeza. Johan murió en el lugar y los vigilantes informaron a los dueños sobre lo que había pasado dentro de la hacienda. El cuerpo del joven estuvo en el lugar hasta que llegó una comisión del Cicpc para investigar sobre el hecho.
Azotados
Una fuente policial informó que las granjas están siendo robadas a cada rato y los hampones son un grupo de jóvenes que viven por el sector. Los hampones están bien armados y se meten a medianoche, destacó que los vigilantes ya están alerta porque a la mayoría de las haciendas se meten los encapuchados a robar a los animales y cualquier cosa que encuentren en estas granjas.
La granja donde Johan fue asesinado, ya había sido roba cinco veces solo en una semana. Su dueño había tomado medidas de seguridad.