Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Varios padres de niñ;os que reciben quimioterapias en el hospital pediátrico Agustín Zubillaga están preocupados, porque la campana que protege al personal de enfermería sufrió una falla eléctrica y han tenido que suspender la preparación del tratamiento oncológico. Señ;alan que la Fundación Higea está prestando apoyo, un servicio que cuesta $15 y que el voluntariado puede aportar $10, pero señ;alan que aún tratándose de $5 puede ser difícil de cubrir para algunas familias.
Según Elda Jiménez, presidenta del Colegio de Enfermería de Lara, el dañ;o fue eléctrico y explica que las enfermeras encargadas de preparar el tratamiento oncológico se colocan sus guantes, tapaboca y mascarilla. Se ubican debajo de esta lámpara, la cual debe estar encendida para que absorba las partículas contaminantes. «Esto escapa de las manos del personal», señ;ala sin precisar hasta cuándo tendrán esta contingencia y la opción que tienen más cercana es la Fundación Higea.
El testimonio de Rubén Ponte, padre de uno de los pacientes, señ;ala que fue sorprendido y buscó recursos entre familiares para cancelar $15, porque en ese momento no conocía del soporte del voluntariado de Higea. «A uno le cuesta, además si algún padre ignora ese apoyo, puede terminar pagando completo», lamenta y espera que ese problema técnico sea resuelto a la brevedad posible.
Señ;ala que la mayoría de pacientes oncológicos no cuentan con presupuesto y se les puede dificultar esos $5 restantes para la preparación. «Se tienen muchos gastos y un monto que pueda ser insignificante, implica más esfuerzos al tratarse de una necesidad diaria hasta culminar cada ciclo de quimioterapia», precisa al mencionar que solamente en solución 0.30%, implica Bs 100 y suelen necesitar de 20 a 22 unidades.
La Prensa intentó comunicarse con Javier Cabrera, director regional de salud, pero no fue posible. Mientras tanto, los padres piden soluciones a la directiva del pediátrico.