Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Ignorar las señ;ales de tránsito, atravesarse a los carros, superar la capacidad de pasajeros de las motos, no apoyar a un discapacitado y hasta orinar en cualquier esquina, son señ;ales del desastre que se aprecia en principales vías. Especialistas lamentan que la sociedad está en un nivel de descomposición, en el que el respeto no es un valor y la violencia es bien vista, incluso como algo normal para niñ;os. Piden una campañ;a de formación ciudadana para inculcar el compromiso individual solidario, de reconocimiento de la norma y la responsabilidad de las autoridades en el ordenamiento de la ciudad.
Al buscar antecedentes se tiene que desde 2004 surgió el Proyecto de Formación Ciudadana y Rescate de Valores del Ministerio de Educación, en convenio con las Naciones Unidas contra la corrupción y teniendo como bases la vigencia de la Constitución Bolivariana como un proceso creador de la ciudadanía. Un abordaje desde la familia, escuela, comunidad y funcionarios públicos, al impartir talleres de sensibilización.
Pero la dinámica de la vida suele complicarse debido a más limitaciones. Es un problema multifactorial que lleva a pensar en las fallas de la familia, con padres que no saben administrar el tiempo y la mayoría se absorbe en buscar el sustento al hogar, dejando a sus hijos a merced de cuidadores. También en los vacíos del sistema educativo y la conducta que -muchas veces- ignora el cumplimiento de la norma, pese a la imposición de sanciones. Se ha perdido el respeto e incluso las consideraciones al prójimo, dejando más expuestos a los más vulnerables, niñ;os, adultos mayores y personas con discapacidad.
La preocupación se extiende y Luisa Pernalete, como parte de la Red Apostólica Ignaciana de la Compañ;ía de Jesús que reúne a varias organizaciones, al lanzar la campañ;a «Ciudadanía en la calle» que empieza con micros radiales acerca de la conducta de la gente, si cuidan el ambiente y ven sentido a las normas para respetarlas. «La ciudad se ha vuelto una jungla caótica, más allá del semáforo y como transeúntes. Es la falta de conciencia en general y que las autoridades cumplan sus competencias», señ;ala.
Puede ampliar esta información en nuestra edición impresa de este miércoles 16 de agosto.
