Agencias | LA PRENSA DE LARA.- La ciudad de Caracas se ha caracterizado por la gran cantidad de árboles en calles y avenidas, especies que fueron plantadas hace muchos años y que permitieron la expansión de una gran biodiversidad de fauna silvestre como aves, perezas, roedores y reptiles. Ese arbolado no solo contribuye con el ornato de la ciudad, sino que permite el desarrollo de una mejor calidad de vida para todos sus habitantes.
Sin embargo, la ciudadanía, grupos ambientalistas y diversas ONG han denunciado, a través de redes sociales, la tala de gran cantidad de estos árboles en los municipios que conforman la Gran Caracas, justificando esta práctica para la construcción de aceras, murales decorativos, espacios recreativos o simplemente para la expansión de las zonas comerciales.
Bajo la premisa del desarrollo, se ha expandido la incorporación del cemento y el asfalto en buena parte de los espacios verdes que conforman la ciudad.
«Se ha dado una tala sistemática y sin control bajo un silencio cómplice de las autoridades. Esto no es más que una una actitud negligente de quienes son responsables de la protección del ambiente, incluyendo al Ministerio de Ecosocialismo, Instituto Nacional de Parques, y los institutos ambientales de las gobernaciones y municipios«, dijo en entrevista para El Diario, Hildebrando Arangú Santeliz, profesor especialista en derecho ambiental y desarrollo sustentable, magíster en Ciencias Ambientales.
Explicó que actualmente existe una crisis climática mundial, por lo que es necesario mejorar el ambiente y aumentar la superficie de la cobertura boscosa.
«La única manera conocida hasta ahora para tratar de mitigar, regular y disminuir la incidencia de la temperatura en nuestro planeta es aumentando la superficie vegetal. Tanto en los espacios plenamente urbanos como en los remanentes de bosques que constituyen esos pequeños parches verdes de bosque natural que aún permanecen en las urbes«, dijo el docente.
De acuerdo con Arangú, el tema del ornato y paisajismo ha cobrado relevancia como una estrategia local para la mitigación de los efectos del cambio climático.
Destacó que es vital, dentro del diseño de estrategias de planificación urbana, la incorporación de los arquitectos y los urbanistas para contribuir en el desarrollo de ciudades «más humanas, ecológicas y verdes«.
«La vegetación dejó de ser algo estético visto desde la perspectiva del ornato y paisajismo para dar un salto a la dasonomía urbana o manejo del bosque urbano, que a simples rasgos es el uso de espacios integrados con las diversas bioformas vegetales, seleccionando aquellas que sean las más idóneas. Por ejemplo, un criterio de selección pueden ser aquellas que requieran menos cantidad de agua para su mantenimiento; o que sean las más representativas del propio paisaje natural«, sostuvo el especialista.
A su vez, los indicadores del Banco Interamericano de Desarrollo señalan que una ciudad sustentable es aquella que tiene una perspectiva de planificación y desarrollo futuro que ofrece características como calidad de vida, calidad de ambiente, aire puro, de lo contrario se torna una ciudad poco atractiva para la inversión.
Fuente: El Diario.