Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Estar tres días fuera de casa les ha pasado factura, el cansancio se les ve en los rostros y la paciencia se les ha agotado, a la mayoría les queda poca comida y hay otros que han tenido que comprar para apaciguar el hambre, mientras que hablan de lo costoso que les ha salido estos tan preciados litros de gasolina porque los han tenido que pagar con horas de sueño, de trabajo y de vida familiar.
Conductores el fin de semana vivieron un calvario con el poco combustible que llega a las estaciones de servicio y con las colas «VIP» que se hacen cada vez que descarga una gandola.
Y es que en las diferentes estaciones de servicio premium se ve cómo la escasez del combustible se acentúa cada vez más con colas de más de 800 vehículos que alcanzan más de los 3 km y con la venta de un litro de gasolina hasta en $2.50.
Wilfredo Rojas lo confirma, al tener cuatro días esperando para surtir combustible en la estación de servicio Miranda II, ubicada en la calle 15.
«Tengo 61 años, me siento cansado de tanto estar aquí, pero con el vehículo es que trabajo, es el sostén de mi casa, así que tengo que hacer este sacrificio día tras día, pero también tenemos el perjuicio del vandalismo de las personas que se dedican a vender los puestos en 20 dólares«, expresó Rojas, quien esperaba surtir para poder ir a descansar a su casa en Churuguara.
En las estaciones de servicio, larenses buscaron maneras de sobrellevar la cola. Algunos les quitaron los asientos a sus vehículos para poder acostarse, mientras que hay otros que decidieron colgar hamacas.