Uno de los fallecidos deja un hijo de 18 meses de edad
Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.-& ;Un paseo corto por esas calles que se conocen a ojos cerrados, en ese pueblito de Villanueva, terminó empañando el 31 de diciembre con el fallecimiento de dos motorizados que colisionaron entre sí en este sector a lo alto del municipio Morán. Las víctimas fueron identificadas como Jhonatan Conde de 20 años y Orlando Escobar de 53 años, quienes sufrieron severos traumatismos que les comprometieron los signos vitales.
Ayer una de las tías del joven, estaba acompañada de varios familiares, pero no conocían mayores detalles de cómo ocurrió el accidente. Precisa que su sobrino era un caficultor responsable y la últimas vez que lo vieron fue aproximadamente a las 9:40 pm, mientras daba varias vueltas por este sector de Guarico. «Todo fue tan rápido que al poco tiempo nos estábamos enterando de tan lamentable noticia», dice con sus ojos empañados de lágrimas y esperando que otro pariente le entregara la cédula de la víctima, para culminar con los trámites.
Señaló que no tenía información de Escobar, solamente que también era un paisano. «¡Cómo vino a pasar esto!», exclamaba y recordando que Conde vivía cerca del lugar del accidente. Lo único que se repetía era el choque entre las motos, como la gran novedad de esas noches de fiestas y que exigen prudencia ante el volante.
Las palabras de la tía fueron muy cortas, frenadas por ese estado de ánimo por el luto en su familia. Ni siquiera quiso identificarse, porque uno de sus mayores pesares era la orfandad a la que fue condenado el hijo de Conde, quien ni siquiera supera los 18 meses de edad y ahora le toca enfrentarse al mundo, sin la protección de su padre.