Hasta el cierre de esta edición, se pudo conocer que no se había concretado el traslado de 30 reclusos
Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- «No queremos a Ender Ávila», era lo que repetían una y otra vez los familiares de los privados de libertad que se encuentran en la Comunidad Penitenciaria Fénix-Lara, este hombre sería el nuevo director de la cárcel, luego que detuvieran a la directiva por presuntos hechos de corrupción.
Este jueves en la mañana, los familiares de los reclusos estaban en los alrededores del penal angustiados y con poca información, pues aseguraron que desde la madrugada sacaron a 30 detenidos de las celdas porque iban a ser trasladados a otros penales.
Tanto los privados de libertad como sus familiares se niegan a que la directiva del penal sea encabezada por Ávila, cargo que ya ocupó entre el año 2018 y 2021, y según relatos de los familiares este hombre, presuntamente, viola los derechos de los detenidos.
«Ender se ha encargado de maltratar a los presos, los castiga y a los familiares los extorsiona y causa represión. No nos estamos negando a que exista un régimen penitenciario, pero lo que queremos es que la ministra Celsa Bautista saque a este director», sostuvo un familiar, que no quiso identificarse.
Una fuente interna del penal contó que el nuevo director se dirigió a la población penitenciaria y, supuestamente, les dijo «se acabó lo que se daba, se suspende la comida«.
Ante estas palabras, los reclusos se molestaron y estaban haciendo un llamado a una huelga de hambre como medida de protesta, además exigen la presencia del Fiscal 13, con competencia en Derechos Humanos, además de la visita de la Ministra para los Servicios Penitenciarios.
Los familiares que se encontraban en los alrededores del penal contaron que las reglas han cambiado en estos cinco días, luego que se llevó a cabo el procedimiento en el que fueron detenidos el director y subdirector del penal, así como siete custodios por presuntos hechos de corrupción y hallazgo de droga. Ahora deben entregar menos comida en la paquetería.
«Ahora nos piden es medio kilo de pasta o arroz, sólo dos catalinas, nos redujeron las porciones. Ahora qué van a comer estos muchachos si hasta los caracoles (de las cocinas eléctricas) se los dañaron», comentó María Castañeda, madre de uno de los detenidos.
Los familiares denunciaron que desde el domingo en la madrugada activaron el procedimiento en el que incautaron celulares y presunta droga, durante ese tiempo a los reclusos los sacaron al patio central y llevaban sol, los que estaban enfermos y los de más edad no aguantaban y se desmayaban.
La exigencia de los familiares es que la ministra decline la decisión de la nueva directiva y evite que ocurra violencia dentro del penal.
Hasta el cierre de esta edición, LA PRENSA pudo conocer que no se había concretado el traslado de 30 reclusos que serán llevados a otro penal como forma de castigo.