HÉCTOR RODRÍGUEZ | LA PRENSA de Lara.- Frente a las cámaras y luces de Aló Presidente, vestido con su uniforme militar de campaña y recordando cómo una tropa de oficiales militares lo rescató en la Isla La Orchila del golpe de estado que sufrió en abril de 2002, el difunto presidente Hugo Chávez Frías bautizó a Humberto Vivanco como «La Amenaza de la Orchila».
Durante varios segundos, los lentes del maratónico programa dominical de Venezolana de Televisión (VTV) enfocó a Vivanco quien se levantó de su silla y saludó a Chávez con pose de orgullo. Quizás ese momento hizo que Vivanco comenzará su camino vinculado con el gobierno y que hasta diciembre de este año lo dio a conocer en Barquisimeto como empresario en el ramo deportivo y que, según fuentes cercanas a él, lo hizo inmiscuirse en la explotación de oro en estado Bolívar.
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«¡¡¡Viva mi tropa!!!…y mis oficiales?por ahí está Vivanco. Yo le digo a él ‘La Amenaza de la Orchila’ porque una vez, como eran nuevos y Vivanco salió una noche manejando un Jeep militares y no regresaba. Resulta que él peló la pista de aterrizaje y se fue para el agua. Pero él es excelente nadador y no pasó nada grave» fue uno de los relatos que hacía Chávez en un Aló Presidente donde contaba anécdotas que vivió con el grupo de militares que lo sacó de la isla para llevarlo al palacio de Miraflores en Caracas y así retornara al poder luego de que el empresario opositor Pedro Carmona Estanga autoasumiera la presidencia de Venezuela por unas horas.
Vivanco desde esa oportunidad comenzó a dar saltos en su vida militar y luego personal. Al cabo de unos meses, recibió un ascenso por parte del mismo Chávez en la academia militar y que fue transmitido en cadena nacional de radio y televisión. Pertenecía a la promoción del año 2000 del Ejército, compañero de Antonio Morales, ex-asistente de Hugo Chávez y actual presidente de Subeban.
«La Amenaza de la Orchila» se fue de baja de la Fuerza Armada Nacional (FANB) hace casi nueve años, también se desempeñó como escolta de los tres hijos de Chávez, pero varios años después, se retira de la Fuerza Armada Nacional y comienza en el mundo de los negocios, sobre todo en las importaciones.
Vivanco llega a Lara hace aproximadamente tres años con un proyecto deportivo que se basaba en enfocarse en deportistas de resistencia y alto rendimiento. Montó un gimnasio de spinning (bicicletas) ubicados en el centro comercial Parque Real al este de Barquisimeto, pero no era un espacio deportivo común como muchos que existen en la capital crepuscular.
El exmilitar, pero que se había transformado en duatlonista y también propietario de un restaurante de comida orgánica, se había especializado en el entrenamiento usando bicicletas valoradas en más de 15 mil dólares y que iban acompañado con estudios y análisis computarizados de los atletas para mejorar su rendimiento. Vivanco destacaba por la explicación de las herramientas que tenía en el gimnasio Iron Group además de que daba lujos de detalles sobre todo el entrenamiento inteligente y sistemas tecnológicos que utilizaban.
Esta marca poco a poco fue creciendo en Barquisimeto hasta el punto de convertirse en un sponsor fijo en carreras, maratones y cuanta actividad deportiva que se desarrollara en Lara. Vivanco mostraba hasta proyectos deportivos grandes que ameritaban mucha inversión para llevar a cabo en la región.