Jennifer Orozco | LA PRENSA de Lara.- Un chispazo que acabó con media casa y un carro. Un comerciante vio cómo su vivienda agarraba candela en Cerritos Blancos, avenida 1A con calle 17, después de que un cable que estaba pegado directo al poste de luz y que pasaba encima de su casa, hiciera cortocircuito.
El comerciante Carlos Perozo estaba atónito, mirando cómo el garaje y los dos cuartos principales de su casa habían quedado «achicharrados» por la candela, mientras tanto sus vecinos denunciaban, «un chispazo originó esta tragedia, algo que se pudo haber evitado si Corpoelec nos parara pelotas», dijo una de las habitantes del sector.
Zuleima Torres contó que desde el 14 de febrero de este año 37 familias se quedaron sin luz en el sector, pues el transformador, que ya estaba a medio servicio, terminó de dañarse con el apagón. Al ver que pasaban más de dos semanas sin el servicio y Corpoelec no atendía la denuncia, comenzaron a «robarse» la luz, pegando cables directo a los postes. «Uno no puede estar sin luz toda la vida», reveló Torres.
Desde ese momento sufren pues estos cables cuelgan y son un peligro para la comunidad, pero han pasado 9 meses y Corpoelec no les ha solucionado el problema.
Uno de estos cables era el que colgaba sobre la casa de Perozo. Ayer en medio de dos bajones de luz, el cable comenzó a echar chispas. Perozo acaba de sacar un poco de gasolina del tanque de su carro. La mezcla fue fatal, en menos de 10 minutos, una camioneta Mazda, el garaje y dos cuartos estaban prendidos en candela.
Los vecinos entre tierra y agua apagaron el incendio, donde no hubo perdidas de vidas, pero sí de mercancía y materiales, el trabajo de todo el año de Perozo. «Si Corpoelec no soluciona lo del transformador podemos un día incendiarnos todos y nadie va a pagar por eso«, expresó Torres angustiada.