Luis E. Marchán | LA PRENSA de Lara.-& ;El desalojo de buhoneros en la calle 32 entre carreras 21 y 24 conocido como El Manteco ha servido para que los comerciantes formales tengan un repunte en sus ventas, pero no todo es color de rosa, porque los propietarios de varios negocios han denunciado presuntos actos de amedrentamiento por parte de ciertos funcionarios de la Policía Municipal de Iribarren (PMI), quienes, al parecer, abusan de sus funciones cuando tratan de sacar algunos clientes dentro de los negocios confundiéndoles con buhoneros.
«El alcalde no da audiencia pública para plantearle esta situación y llamé al director de la Policía Municipal para que corrija esto, porque así no se puede trabajar», denunció Pedro Burgos, que junto a otro comerciante, que obvió su nombre por temor a represalias, alertaron que la matraca en la zona y las amenazas de multas continúan, algo que para ellos es un factor negativo que perjudica el paso inicial del desalojo.
Contrario a esta situación, otro grupo de comerciantes consultados celebran que desde bien temprano se desplieguen los funcionarios policiales, pues la zona se mantiene desalojada y eso ha hecho que las ventas en sus negocios hayan mejorado en un 40 %. También festejan que los índices delictivos hayan bajado.
El repunte en las ventas se refleja, por ejemplo, en los locales de variedades y de alimentos no perecederos, cuando en el tiempo que permanecieron los buhoneros, estos le quitaron el 60% de la clientela, por la competencia desleal en los precios en su mayoría mercancía ilegal.
En negocios formales de expendio de chimó, que pagan patente de comercio e industria, cuando antes de la llegada de los buhoneros vendían 50 cajetillas diarias, el bajón fue de 20%, porque los ambulantes lo vendían detallado.
La venta de bolsa plástica negra de 40 kilos, de 10 unidades a Bs. 40.000 , fue afectada. Los buhoneros vendían una y usada en Bs. 2 mil.