José D. Sequera | LA PRENSA de Lara – Ramón Guédez no puede olvidar el momento cuando encontró el cadáver de su hermano José Gregorio Guédez Pérez (38) flotando en un pequeño dique natural del Río Bravo, ubicado en Villanueva, municipio Morán, después de estar dos días desaparecido.
«Estaba bocabajo y sólo vestía un interior, su ropa no estaba por ahí cerca, ni sus botas ni los utensilios que siempre solía tener como el machete y sus guantes«, explicó Guédez con la voz entrecortada en las adyacencias de la morgue.
Según contó su hermano, José Gregorio había salido de su casa, en el sector Fila de Pulido, a eso de las 6:00 de la mañana hasta un terreno en el que él sembraba café y quinchoncho. Cuando eran más de las 12:00 del mediodía, le dijo a sus compañeros que iría hasta el caserío Santo Domingo, al margen del caudal del río.
Pero desde ahí más nadie supo de él, siendo ese momento en que cayó al río y el caudal lo arrastró un kilómetro y medio, aproximadamente. Al ver que oscurecía, su familia comenzó a preocuparse, y no fue sino hasta el martes que la familia comenzó a buscarlo.
No fue sino hasta el miércoles a las 11:00 de la mañana que Ramón hizo el hallazgo. Recordó que, ese lunes en que desapareció José Gregorio, había llovido hacia la parte alta de la montaña y por eso, el caudal del río Bravo aumentó mucho.
Una comisión del Eje de Homicidios del Cicpc llegó hasta el lugar para hacer el levantamiento del cadáver del agricultor para llevarlo hasta la morgue del Hospital Central de Barquisimeto, para investigar las circunstancias de su muerte.
De acuerdos a fuentes de la morgue, José Gregorio murió por ahogamiento, además de tener un traumatismo en la cabeza.