Eduardo Soteldo | LA PRENSA de Lara.- El jardinero venezolano, Gerardo Parra, flamante campeón con los Nacionales de Washington confesó lo que hizo nada más llegar al club house del equipo, «sentí que faltaba algo, lo único que traté de poner fue música y música».
Así relató Parra lo que fue su llegada al equipo de la capital estadounidense, donde entendió que a pesar de tener un «equipazo» -como él mismo describe- le faltaba un toque de picante.
«Desde primer día que llegué ahí y me puse en el club house y vi todas la caras de mis peloteros dije tenemos un equipazo, pero si sentí que faltaba algo, lo único que traté de poner fue música y música y vamos a relajarnos y vamos disfrutar», dijo en una entrevista.
Admite que a partir de allí el equipo se fue integrando como una familia. «Nadie envidia a nadie», aseguró.
El grandeliga venezolano se consagró el miércoles como campeón de MLB, junto a otros tres venezolanos, Aníbal Sánchez y Asdrúbal Cabrera en el roster y Henry Blanco, como coach de bullpen.
El criollo se convirtió en un ícono de la afición por el popular «Baby Shark», un gusto particular de la hija de Parra que posterirmente fue el «himno» cuando el venezolano entraba a batear.