Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.-& ;La muerte de la adolescente de 17 años que sufrió un accidente vial en el Distribuidor Jirahara de la avenida Ribereña, no será una estadística fatal en los libros de tránsito de Lara.
La Fiscalía Primera del Ministerio Público asumió la investigación del caso y ordenó que el cuerpo debía ser llevado nuevamente a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda para practicarle unos exámenes y así ahondar a profundidad lo que ocurrió la madrugada del sábado.
Ayer, después de mediodía, mientras los padres de la jovencita estaban en la sala velatoria dándole el último adiós, recibieron una llamada de la Fiscalía donde les indicaron que a las 2:00 de la tarde el cuerpo debía ser retornado a morgue.& ;
Sin detalles, les indicaron que el traslado era necesario para «iniciar las investigaciones». El caso ha sido denunciado por los padres debido a que el responsable no se encuentra detenido y supuestamente evadió a la «justicia».
«Iba muy tomado»
Karley Torres, amiga de la adolescente fallecida, recordó los últimos minutos de vida de la víctima. Ayer en la mañana la muchacha, en medio del llanto, explicó que dos chamos llegaron a la discoteca Jaleo, al este de Barquisimeto y comenzaron a bailar con la hoy occisa y uno de ellos la pretendía.
Durante la rumba, la fallecida le dijo a Karley que los dos chamos las llevarían a Alí Primera, al norte de Barquisimeto, donde ambas vivían.
«Nos montamos los cuatro en el carro y el conductor (que para el momento de la entrevista no conocía su identidad, pero los familiares lo identificaron como Wilmer Alejandro Ereú González de 24 años) iba a exceso de velocidad y muy tomado, yo le pedía que bajara la velocidad, pero no quería, no sabía ni por dónde iba», relató bañada en lágrimas.
Tras unos minutos, Karley logró reconocer la vía y vio que iban hacia la Ribereña y les preguntó «para dónde iban, pues ese no era el trayecto de Alí Primera». Detalló que sólo escuchó cuando le dijeron que todo iba a estar bien y a los segundos, el conductor chocó contra la isla y volcaron.
Cuando Karley despertó no veía a su amiga, todo estaba a oscuras y ella aún estaba dentro del carro. Como pudo salió y vio a la jovencita tirada en el monte.
«Ella no está bien, ella necesita ayuda, ayúdenme a sacarla de este monte», les suplicaba Karley a los dos chamos que estaban junto a ella, pero ninguno les prestaba atención.
Karley corrió hasta la orilla de la carretera para pedir ayuda, pero nadie los auxilió y se devolvió a donde estaba su amiga ya agonizando.