Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.-& ;Francisco Javier Pérez Colina, de 34 años, agonizó por diez horas, luego que recibió una fuerte golpiza, en un hecho ocurrido en la calle 37 con carrera 31, donde habría discutido con unos tipos, quienes lo golpearon hasta dejarlo moribundo.
Jennifer Yépez, esposa de Francisco, contó que él salió el lunes en la mañana de su casa en el barrio La Paz directo a su trabajo, ubicado en la calle 37, pero nunca llegó a trabajar. Detalló que Francisco decidió quedarse tomando unos «traguitos» con unos amigos, pero luego de unas horas ocurrió una discusión con otro tipo que estaba en el sitio.
La discusión se tornó violenta y el hombre se le fue encima a Francisco, pero en ese momento el grupo con el que estaba el agresor también comenzó a atacarlo. Al parecer, la víctima recibió fuertes golpes en la cabeza con un bate que obligaron a su traslado al Hospital Central Antonio María Pineda.
A la 1:30 de la tarde fue ingresado a la Emergencia, pero estaba muy complicado por lo que pidieron a los familiares practicarle una tomografía, pues el golpe que recibió en la cabeza le causó un edema cerebral.
«Cuando llegué ya a él lo tenían intubado. Estaba inconsciente, no pudimos hablar. Lo que sé es que a él me lo mataron y fue entre varias personas», comentó la esposa de Francisco.
A las 10:00 de la noche Francisco no aguantó y murió. Ayer en la mañana los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc iniciaron las investigaciones sobre el hecho y esperaban por los resultados de la autopsia, que reveló que había muerto por un golpe con objeto contundente en la cabeza.
Se pudo conocer por la familiar que el Cicpc estaría interrogando a una mujer, quien presuntamente presenció la golpiza de Francisco, pues están tras la pista de los demás responsables.
Al parecer los uniformados lograron obtener unos videos que captaron unas cámaras de seguridad del «Chino Canónico«, pues cerca de allí ocurrió la golpiza. Están tras las averiguaciones para poder identificar a los responsables.
Francisco era de Chivacoa, estado Yaracuy, pero tenía varios años viviendo en el barrio La Paz, al oeste de Barquisimeto.