Jennifer Orozco | LA PRENSA de Lara.- Lo liberaron el primero de octubre y en menos de un mes volvió a caer. Alcides del Carmen Giménez Álvarez, de 53 años, apodado «Mocho», fue detenido nuevamente por cometer presunta estafa inmobiliaria, subiendo «su cuota», pues a la primera víctima le pidió 11 mil dólares por una casa y a esta segunda 15 mil verdes.
A la sede del GAES-Lara llegó una víctima diciendo que un señor le mostró una casa en un urbanismo en construcción, ubicado en Cabudare, mostrándole una casa modelo y diciéndole que la compra era por 15 mil dólares, aunque era tremenda casa que parecía costar más.
El «Mocho» mostró la casa como todo un vendedor, mostrándole las maravillas y diciéndole a sus «clientes» que en menos de un mes las viviendas estarían listas. Algo no le cuadraba a la víctima con el precio, sin embargo en días posteriores Giménez insistía en hacer el negocio, hasta que la víctima lo denunció y quedó detenido de nuevo.
Esta segunda vez, las víctimas de estas estafas piden que sean revisadas las denuncias que Giménez tiene en su contra, pues son varias, incluyendo una presunta estafa que hizo en Maturín, bajo la misma modalidad.
Ayer iba a ser su audiencia por este caso, pero se la difirieron para el lunes. La primera víctima espera también que él pague lo que le toca, pues del otro caso quedó absuelto en la primera audiencia, a pesar de que la víctima explica que habían pruebas de la estafa. Desconoce cómo y porqué fue liberado la primera vez.
Giménez tiene 3 antecedentes por este mismo delito, uno del año 2000 a una mujer, por darle un cheque sin fondos para cancelar una deuda, el siguiente del año 2012 por estafa agravada y asociación para delinquir y otra de 2013, donde tiene una demanda de una empleada que le pide cancelarle honorarios profesionales pendientes.
Caso anterior
Para el 27 de septiembre, supuestamente Giménez habría planificado con un «cliente» para que viera una vivienda en una constructora de Cabudare, pues ya le había informado que el inmueble estaría listo en unos meses, pero todo se trataría de un plan en el que además el vigilante de la constructora era cómplice. El inmueble era valorado en 15 mil dólares, pero a la víctima algo no le cuadraba y denunció ante el GAES- Lara.
Funcionarios militares cuadraron una entrega controlada del dinero al este de Barquisimeto y cuando Giménez llegó al sitio le pusieron los ganchos.