Agencias | LA PRENSA DE LARA.- En los internados judiciales El Rodeo II y III, ubicados en el estado Miranda, no hay insumos y mucho menos atención médica, aunque en ambos hay áreas de enfermería. Son los familiares quienes deben costear las medicinas y el alto costo de un tratamiento completo cuando los privados de libertad se enferman, expone el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
«La única forma de que sean trasladados a un centro de salud es cuando ya están muertos», indicó el familiar de un recluso al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).& ;
Una vez que los familiares les llevan los medicamentos, los enfermos deben administrarse su propio tratamiento con la ayuda de los compañeros de celda y sin ningún tipo de orientación médica.
«No entendemos qué pasa, sabemos que al penal llega comida pero a ellos no les dan. Lo mismo pasa cuando llevamos la paquetería con alimentos o productos de limpiezas desde que la entregamos en prevención al paso a la torre de Rodeo II o los pabellones de Rodeo III se pierden», denunciaron los seres queridos de los internos.
Desnutrición, tuberculosis y VIH acaban con la vida de los privados de libertad del área metropolitana de Venezuela. Según una investigación de la ONG Una Ventana a la Libertad entre los meses de mayo y septiembre de 2020 unos 14 reos en diversos penales de Caracas, Miranda y La Guaria han muerto por causas relacionadas a problemas de salud.
Los resultados de esta investigación relevaron que 558 internos del área metropolitana padecen por desnutrición severa, otros 183 sufren por tuberculosis y 10 son portadores de VIH/SIDA. Hace un mes, la ONG alertó que unos 109 reclusos han sido diagnosticados con coronavirus en cárceles de todo el país, y durante el lapso monitoreado en su nuevo estudio contabilizaron cuatro positivos más en la delegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Los Teques, estado Miranda.
Con información de: La Patilla