sábado, 23 noviembre 2024
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Venezolanos condenados al tardío diagnóstico de la COVID19

Guiomar López | LA PRENSA DE LARA – Ser positivo y no saberlo, además de llegar a contagiar a allegados. Es la alarma encendida por la falta de pruebas y los resultados tardíos de las PCR. Pueden tardarse entre 15 días a un mes, tiempo suficiente para un cultivo del virus que arroparía desde familiares y otros. Un lapso de incertidumbre para pacientes y que -según expertos- paraliza la curva de registros oficiales diarios, como un llamado a la «calma» e ignorando una silente arremetida del COVID-19.

Es la sentencia de un sistema centralizado, tal como lo advierte Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana. «El país atraviesa una situación complicada porque el gobierno se limita a pocos laboratorios», refiere al Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel y si acaso, otros dos laboratorios. Apenas con aproximadamente unas 500 pruebas diarias. Los resultados tardíos y algunos nada confiables, dejando fallecidos con diagnósticos diferentes, como cuadros virales y hasta neumonía.

Critica ese control absoluto que da pie a los subregistros, al no facilitar las pruebas ni tener los resultados a tiempo. Los especialistas dudan del balance oficial diario, al punto que la Academia de Ciencias considera que dichas cifras sean multiplicadas hasta por 5 veces y que el repunte epidemiológico de noviembre podría ser 10 veces más de las estadísticas oficiales.

«Un sistema que no es capaz de proteger a los suyos, a los que más arriesgan es la viva expresión de un país fallido», lamenta el infectólogo Julio Castro, miembro de la Comisión Asesora de Salud de la Asamblea Nacional (AN). Llamado que extiende el exministro de Salud, Rafael Orihuela, ante el misterio inducido acerca del número de casos y muertes por la epidemia. «La data científica señala 300 mil casos y 9 mil muertes, en concordancia con el comportamiento del virus en el vecindario», advierte el experto.

Larga espera

El tormento se humaniza. Alberto Pereira comenzó octubre con su pelea con el COVID-19 y a estas alturas todavía espera por el resultado de la PCR. Perdió varios kilos y sus ojos estuvieron hundidos, porque no tenía gusto ni olfato. No aguantaba los dolores musculares y punzadas en la cabeza. El ibuprofeno casi no le bajaba la fiebre que tuvo a 39,5. Fue al CDI cercano, a 2 horas de espera vio cómo le negaron el oxigeno a una señora que no podía respirar y luego le informan que no tenían las pruebas rápidas.

Lo acompañaba su mamá y se fueron hasta el Hospital Pastor Oropeza. Dio positivo en la prueba rápida. Le aplicaron la PCR y le dieron una especie de código de barra. Agradece que le facilitaron todo el tratamiento en azitromicina, dexametasona, Loratadina, vitamina C, aspirina, cloroquina y acetaminofen. Estuvo en confinamiento en su casa, casi sin salir de su habitación y evitando contaminar a sus padres.

Pero ¿cuánto tiempo más debe esperar por los resultados?, esos que siempre busca en la plataforma Patria. Le ha tocado ir personalmente al Seguro, procurándolos y con el temor de exponerse a la contaminación, al estar en pleno proceso de recuperación. Él teme perder su empleo y siempre se preocupa en justificar ese largo reposo.

La diputada María Teresa Pérez, refiere que el pueblo se enfrenta a la necesidad de asegurar el sustento de la familia. «El gobierno debería identificar los casos y brindar ayuda directa en alimentación», recomendó y sin condicionamientos al carnet de la Patria.

Posible cerco

Esperar hasta un mes por los resultados de las PCR implicaría un rebrote del coronavirus. Según el diputado José Trujillo, presidente de la Sub comisión de Salud de la Asamblea Nacional (AN), quien tiene conocimiento de la falta de control ante un 80% de pacientes asintomáticos.

«La curva de las estadísticas va creciendo y así lo sentimos cuando la mortalidad llega a nuestros allegados», sentencia ante la calma del sector oficial y a sabiendas que teniendo más pruebas, el gobierno quedaría en evidencia. «¡Que extraño, mientras el mundo sube en contagios, Venezuela baja!«, soltó en tono de molestia.

El parlamentario resalta que intercalar las semanas de cuarentena de flexible a radical, evidencia un plan 7 + 7 que conlleva a contaminar, tanto por la aglomeración y la falta de protección de las personas. Rechaza que se «relaje» al punto de no usar tapabocas, no lavarse las manos ni guardar el distanciamiento.

La familia está expuesta ante la necesidad de salir a trabajar y prefieren que el pariente infectado, mantenga su reposo en casa. No soportan que el confinamiento se cumpla en un lugar, donde haya deficiencia de agua o en el suministro de la comida.

Mientras tanto el tiempo transcurre y muchos sospechosos quedan en exposición. Cuando reciban el resultado de la PCR, de ser positivos con Covid, no sabrán a cuántas personas contagiaron. Esa lista puede estar encabezada por sus familiares más cercanos y en el peor de los casos, con fallecidos por la deficiencia respiratoria.

Terminan como señuelos del virus& ;

A la falta de pruebas y PCR a destiempo, se le suman las denuncias y el clamor del personal de salud que está expuesto a contagiarse. Jaime Lorenzo, titular de Médicos Unidos de Venezuela, ha señalado que se encuentran a merced del coronavirus. Una cifra de víctimas que registra 237 fallecidos durante la pandemia.

El panorama es más preocupante, cuando se conocen esos testimonios de médicos y trabajadores que no tuvieron la debida atención o fueron rebotados de centros centinelas. Desespero que cunde a sus familiares, ante el desespero de llegar a una condición crítica por deficiencia respiratoria.

Tragedias anunciadas, cuando se escuchan las limitaciones que tienen al no asegurarles las medidas e implementos de bioseguridad. Han protestado públicamente para llamar la atención de las instancias gubernamentales.

Sin centralizar

Muchas han sido las críticas sobre la centralización de las pruebas, lo cual también es objetado por el infectológo Julio Castro. Una medida lineal del gobierno, que no garantiza el aumento en la producción de dichos test para el diagnóstico del Covid. La cifra debería estar entre las 6 mil pruebas.

Advierte sobre la complejidad de este virus, que ha tenido hasta un millón de casos en 24 horas en el mundo. Un ascenso acelerado y que no termina de llegar a la cumbre. «La carga de la verdad está en las pruebas y no en las opiniones«, resaltó sobre esta evolución epidemiológica.

 

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