Euseglimar Gonzáles | LA PRENSA DE LARA.- A Jonathan Jesús Guevara Ochoa, de 26 años, lo estranguló su compañero de celda y ocultó el cuerpo debajo de una cama, por dos días. Al parecer el homicida no aguantó el fuerte olor que emanaba el cadáver, debido a que estaba en estado de descomposición e informó sobre lo sucedido.
El viernes en la celda 1 del área de Reflexión de la Comunidad Penitenciaria Fénix-Lara, Jonathan tuvo una fuerte discusión con Ender Ramos, de 58 años, privado de libertad y compañero de celda, aparentemente, los ánimos se caldearon y en medio de la pelea Ender habría agarrado a Jonathan por el cuello y lo estranguló.
Según fuentes internas del penal, el homicida habría ocultado el cuerpo de Jonathan dentro de la celda, pero después de pasar 48 horas con el cadáver, el domingo en la tarde notificó del hecho a los custodios.
Allegados de la víctima estaban extrañados por el hallazgo del cuerpo luego de dos días, pues aseguraron que Fénix siendo una cárcel con régimen, donde a diario deben hacer el conteo de los más de 2 mil privados de libertad, no se hayan percatado de la ausencia de Jonathan.
Se pudo conocer que el lunes en la tarde los funcionarios del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), le practicaron la autopsia y confirmaron que el preso había muerto por asfixia mecánica por estrangulamiento.
Jonathan estaba privado de libertad desde hace dos años por el delito de robo agravado. Sus familiares contaron que él primero estuvo preso dentro de un container de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de La Montañita, municipio Palavecino y hace tres meses fue trasladado hasta Fénix, para que cumpliera su pena de 13 años.
Una llamada
El domingo a las 3:00 de la tarde, la hermana de Jonathan recibió una llamada anónima donde un hombre le dijo «a Jonathan lo mataron el viernes», la persona colgó la llamada inmediatamente y no pudieron averiguar más nada. Ese mismo día su tía se trasladó a la morgue, pero no tuvo información sino hasta el lunes que le dijeron que el cuerpo estaba en la morguecita.
Los familiares contaron que durante esos tres meses él no les dijo si tenía problemas con algún preso. El lunes de la semana pasada Jonathan llamó a su familia para decirle que el martes tenía visita, pero ningún pariente pudo ir por falta de dinero.
«Nosotros vivimos en Manzanita y para poder trasladarnos hasta el penal tenemos que tener entre 15 a 20 dólares, eso es ida y vuelta», comentó la hermana de Jonathan.