Jennifer Orozco | LA PRENSA DE LARA – Calabozos de Polilara agarran un respiro. Un total de 125 personas privadas de libertad fueron llevados de los calabozos de la Policía del estado Lara hasta los dos máximos penales, Fénix y Uribana, el sábado en la mañana.
Los detenidos que estaban penados fueron llevados hasta la comunidad penitenciaria Fénix, siendo 81 los trasladados, divididos en 75 hombres y 6 mujeres. Hacia el centro Penitenciario David Viloria fueron llevados 84 privados de libertad, siendo 81 hombres y 3 mujeres.
Para los detenidos hombres, su expediente comprende todo su trayecto judicial, así como la prueba rápida para descartar COVID-19 e informe médico para alguna condición que presenten. Las mujeres además de esto, también se les hizo prueba de embarazo actualizada.
Según Anny Meléndez, consultora de la Comisión de Seguridad, Derechos Humanos y Paz del CLEL Lara, estos reos iban uniformados dependiendo del penal de destino y cumpliendo con las normas de bioseguridad para llegar a la cárcel.
Estos traslados fueron notificados oportunamente a sus familiares, quienes los pudieron ver de lejos, mientras ocupaban lentamente las unidades de Transbarca en las que fueron llevados.
Según la directiva del cuerpo, esto significa que es un «respiro» a los calabozos que estaban abarrotados de detenidos y que no se daban abastos.
Desde el 12 de octubre se lleva a cabo una jornada del Ministerio Penitenciario en Lara, donde se le han otorgado traslados y medidas a los reos , dependiendo de su condición con los casos que enfrentan. Estos 125 cupos fueron otorgados ese día lunes 12 de octubre y se esperó casi una semana para armar y actualizar el expediente de los detenidos.
Hacinamiento
Familiares de los reos aún declaran que dentro de los calabozos se llega al límite de personas en pocos días, pues la operatividad del cuerpo de seguridad sigue avanzando. Afirman que hay aproximadamente 80 personas en un espacio donde deberían permanecer máximo 6 a 7 personas.
«Por eso hay unos presos con la boca cosida, porque también quieren que los saquen de aquí. En este hacinamiento no pueden dormir, ni siquiera caminar bien, pues además del espacio reducido, los que se la dan de pranes pueden agredirlos si hacen algo indebido, como pisar a otro compañero, así sea por error. Esos cupos no son suficiente, debe haber más», aseguró la hermana de un detenido de Polilara.