Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Más dudas que certezas ha generado en el sector privado la reforma al encaje legal aprobado por el Banco Central de Venezuela (BCV) el 18 de septiembre, donde se liberan 30 billones de bolívares a la banca, para que sea incrementado el flujo de créditos para levantar la economía. Medida que para expertos financieros no permitirá reactivar la producción del país, sino que por el contrario, incrementará la inflación y presionará la subida de la tasa de cambio del dólar.
Tal aseveración la fundamentan con el hecho de que este encaje legal no está acompañado de un plan económico que genere confianza en el sector tomando en cuenta la creciente inflación que se registra en el país.
Desde el año 2018 todos los depósitos que personas naturales y empresas que recibe la banca privada y pública, el 93% son resguardados por el BCV. Esta medida se aplica cuando se requiere proteger a los ahorristas de una crisis bancarias, pero en Venezuela es una política del oficialismo para restringir la liquidez monetaria e intentar controlar la inflación, cosa que no han logrado, según explica el economista Gerardo Álvarez, quien señala que solo en septiembre, la tasa de cambio del dólar paralelo incrementó el 30%.
«Esos créditos son indexados al dólar, quiere decir que los empresarios que lo soliciten los recibirán en bolívares pero los deberán pagar a la tasa de cambio del día, 30 o 60 días después. Eso inevitablemente encarecerá el financiamiento, y lo más lógico que ocurra es que ese aumento sea trasladado a sus estructuras de costos, y los precios de los productos se incrementen proporcionalmente en el mercado», advirtió Álvarez.
Aclaró que aunque el BCV anunció con bombos y platillos que la banca inyectará 30 billones de bolívares en créditos, la realidad es que lo que distribuirá entre bancos nacionales y privados será la cantidad de 10 billones de bolívares. «Desde hace dos años hay un déficit en la cuenta especial de encaje legal de 20 billones de bolívares, según información que manejan los economistas Leonardo Buniak y Asdrúbal Oliveros. Muchos bancos cuando el encaje legal estaba por el orden del 100%, no podían entregar el total de sus depósitos al BCV, porque necesitaban esos recursos para seguir funcionando, pagar sus nóminas y cancelar sus gastos operativos, por lo tanto lo que el BCV liberará serán 10 billones de bolívares», resaltó.
Precisó que en Venezuela hay cuatro bancos nacionales, que concentran el 57% de los depósitos, y recibirán 5,7 billones de bolívares de ese encaje legal liberado. El 43% restante de esos recursos será distribuido entre los 17 bancos privados del país, que recibirán 4 billones de bolívares.
«Está medida sólo beneficiará a algunas empresas en particular pero no a toda la economía, para que sea positiva para el país el BCV debe liberar el encaje legal de 93% al 10%, así la banca podrá prestar dinero sin restricciones y apalancar las actividades productivas«, acotó.
Sin capacidad de aumento
El economista Gerardo Álvarez explicó que aunque el Banco Bicentenario aumentó el límite en las tarjeta de créditos de sus clientes, está medida no podrá ser asumida por los bancos privados de Venezuela por tres razones:
«Primero, la banca no tiene suficiente liquidez para incrementar los límites de las tarjetas de crédito, a la hora de que una persona realice una compra no van a disponer del dinero para cancelarle a los comercios. Segundo, la banca no va a otorgar un crédito en bolívares a sus clientes que dentro de un mes valdrá menos. Tercero, tampoco indexará los límites de las tarjetas de créditos al dólar porque no esta permitido en la ley», soltó.
Gobierno acabó con el ahorro
Alejandro Castro, gerente de Operaciones de Econométrica, indicó que la banca privada está de brazos atados para otorgar grandes créditos a sus clientes, porque en los últimos siete años en Venezuela se ha pulverizado la capacidad de ahorro.
«Desde 2013 hay un desplome de la actividad económica en Venezuela, técnicamente tenemos una economía en depresión sólo comparable con países que ha sido destruidos por una guerra. El tamaño del Producto Interno Bruto se ha reducido dos terceras en este tiempo, eso impacta a todos los sectores productivos del país y también en la banca, que se ha empequeñecido», apuntó.
Tanto empresas como las personas han dejado de guardar en los bancos sus ahorros en bolívares, fundamentalmente por la hiperinflación que registra el país desde octubre de 2017, que ha llevado a los ciudadanos a desconfiar del bolívar como moneda local, por su pérdida de valor diario, y a refugiarse en el dólar como moneda dura, que rige los precios de manera anárquica en el mercado.