Luis Marchán | LA PRENSA de Lara.-& ;La bonanza para la compra de oro en Barquisimeto está en picada como producto a la crisis que afecta al país, lo que ha obligado a muchos comerciantes de este ramo a bajar sus santamarías y los que guapean a duras penas logran hacer dos operaciones en un día.
El bajón en la venta del metal precioso se evidencia con el cierre de un 70% de los locales formales. En un centro comercial ubicado en el centro de la ciudad, se constató que de diez locales de este tipo, vienen funcionando con las uñas sólo tres.
Algunos propietarios que mantienen abiertos sus negocios de compra y venta de oro abiertos aseguran que como el boom ha bajado, mucha gente con necesidades de hambre o salud ha optado por revisar sus cajones y cofres sacando lo mejor de las prendas de plata para venderlas, sustituyendo de manera contundente al metal amarillo que en su mayoría es llevado a Colombia porque el pago por gramo es mayor que en Venezuela.
De acuerdo a versiones de los compradores apostados en las puertas de los locales, se cotizaba el gramo en Bs. 300.000,oo para el oro, con mayor valoración del metal italiano; mientras que el anillo de plata costaba Bs. 2.500,oo.
El otro fenómeno es, según las estimaciones, que las operaciones clandestinas se ubican en un 70% sin garantía de ofrecer el valor promedio o real en el día de la operación, porque el precio va a la par con el dólar negro.
Para continuar en el negocio, los propietarios formales siguen apostando al bolívar y no en dólares, argumentado que la variación le acarrea pérdida porque de repente baja el billete verde.
Los vendedores de estas prendas varían de acuerdo al sexo y la edad. Según las operaciones antes de la crisis económica y reconversión monetaria, los vendedores eran de la tercera edad para adquirir dinero para cubrir ciertas necesidades. En los actuales momentos la gente vende las prendas para comprar medicinas y comida.
Propietarios de los negocios que aún se mantienen abiertos aseguran que algunas personas jóvenes y de edad contemporánea, recurren a este tipo de transacción para tener dinero para completar el pasaje para irse al exterior, como es el caso de José Gutiérrez, quien tuvo que vender su anillo de oro cochano (Oro en bruto) y dos cadenas que guardaba para dársela a su hija que se fue a Colombia.
Mientras que Carlos Querales, tomó un cuchillo para romper una lata de leche para vender sus monedas para comprar comida.