Jennifer Orozco | LA PRENSA DE LARA.- Choros lo sorprenden al amanecer. Un sexagenario fue asesinado en el puente de Cerro Gordo, al norte de Barquisimeto, luego de que presuntamente se negara a entregar su bicicleta a un par de hampones que le salieron de la quebrada.
Según contó un allegado de la familia, Valentín Rodríguez Camacaro de 67 años, quien trabajaba de vigilante desde hace 36 años en la empresa Industrial Sisal Lara, salía todos los días entre las 5:30 y 5:45 de la madrugada de su casa en Cerro Gordo. Para poder agarrar la vía principal, bordeaba la quebrada y salía al puente, era su rutina.
Pero ayer un par de ladrones al parecer lo tenían cazado. Contaron que cuando Rodríguez llegó a la orilla de tierra entre el puente y la quebrada, de abajo, le salieron los dos tipos con arma de fuego en mano, diciéndole al hombre que era un atraco y que entregara la bicicleta.
Supuestamente Rodríguez se negó, pues era su único medio de transporte por la escasez de gasolina. Se presume que uno de los choros le puso el arma del fuego, al parecer un chopo (arma de fabricación casera) y le disparó en la boca del lado derecho, dejándolo agonizando a orillas de la quebrada.
Mientras Rodríguez moría, los hampones le llevaron su bicicleta y se perdieron en la oscuridad del amanecer. La sangre del sexagenario manchó de rojo la tierra donde cayó.
A los 10 minutos que sonó la detonación, vecinos de la zona salieron a ver qué pasaba y vieron el cuerpo de Rodríguez. Unas personas que lo conocían de toda la vida, le avisaron a sus familiares que viven unas calles más arriba.
Rodríguez cargaba su uniforme acostumbrado, pantalón blue jean, correa marrón y franela azul con el logo de la empresa para la cual trabajaba. Al parecer del sitio también desapareció un bolso pequeño con las pertenencias y documentos del hombre.
A eso de las 6:30 de la mañana el lugar estaba lleno de funcionarios de la Policía del estado Lara, pues Rodríguez era el padre de uno de sus funcionarios. Estos llegaron en patrulla a resguardar el cuerpo y a peinar la zona en la búsqueda de rastros que dieran con la pista de los choros. Hasta el cierre de esta edición, polilaras seguían investigando y no habían detenidos por este caso.
Una fuente policial reveló que los vecinos dijeron no haber visto nada, sólo escuchar la detonación, por lo temprano que era, pero en el sitio dijeron que había gente caminando en los alrededores.
Funcionarios del Cicpc también llegaron al sitio a colectar las evidencias, asegurando que el móvil era robo y que estarían en las averiguaciones pertinentes del caso.
Habitantes de la zona se asomaban a la quebrada y expresaban que en el lugar hace falta patrullaje policial, pues los atracos son continuos, sobre todo en las mañanas, cuando los trabajadores salen de sus casas, camino a Barrio Unión o a las avenidas, por la falta de transporte público que los obliga a caminar a diario entre 10 y 20 cuadras.
Exigen justicia en este caso que conmocionó a vecinos, y que además los cuerpos de seguridad no esperen a que ocurran las fatalidades para poder meterse en la zona.