Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Cerca de 40 mil comercios a nivel nacional podrían cerrar en diciembre de este año debido a que se encuentran en «situación catastrófica» por no poder enfrentar la paralización económica que ha provocado la pandemia y las políticas aplicadas por el gobierno nacional. Esa cantidad representa el 20% del sector, según estimaciones de Felipe Capozzolo, presidente Consecomercio.
«Hay que ver lo que significa que un comercio aplique un cierre radical, eso no es común verlo porque antes de bajar sus santamarías prefiere migrar de rubros o transformar su negocio para que nazca una nueva actividad económica», expresó. Estas cifras devastadoras se suman al pronóstico dado por Adán Celis, presidente de Conindustria, en julio, cuando proyectaba el cierre de mil industrias para este año, lo que se traduce a unas 150 mil personas desempleadas del sector manufacturero en diciembre.
Capozzolo explicó que la mortalidad empresarial es provocada por siete meses de actividades económicas restringidas, donde se ha aplicado un esquema de cuarentena que sólo les ha permitido laborar de manera intermitente a algunas empresas. «Saludamos la medida de que más sectores se hayan sumado a la posibilidad de operar, pero seguimos resaltando la necesidad de resistir e ir más allá de siete días de trabajo», exclamó. Los gremios están exigiendo la flexibilización definitivamente de la cuarentena en los meses que resta del año para recuperar los saldos rojos que marcan sus estados financieros.
«Es que hasta los sectores incorporados necesitan más de siete días de operatividad, en el caso de los hoteles si un huésped viene por varios días y le agarra el fin de semana entonces tendría que retirarse, es complicado laborar así», comentó. Argumenta que el país requiere adaptarse a la nueva «normalidad», porque la COVID 19 no será erradicada a corto plazo.
Precisó que el 90% de las empresas afrontan dificultades para asumir gastos operativos, gastos de nómina y de adquisición de inventarios. «Hay una gran estampida de comercios hacia lo informal, que han cambiado sus tiendas físicas por plataformas electrónicas que tienen menor control fiscal y eso nos preocupa porque la migración a la informalidad lo que se traduce es que el país tendrá una base tributaria más pequeña, y precisamente tenemos que luchar para tener más una base tributable amplia porque es lo que sostiene al Estado», comentó.
Consecomercio registra una caída del consumo del 70% este año, eso explica porque los anaqueles de los supermercados se encuentran llenos y cada día hay más personas enflaquecidas o saciando su hambre en la basura. «Puede haber un repunte estacional del consumo en los últimos dos meses del año, pero al final cuando sacas la cuenta de todo el año seguimos en caída, la caída del consumo interno representa un deterioro de la calidad de la gente», comentó.
Resaltó que la recesión económica del sector ha sido del 30% este año, y que el desempleo también es del 30%. En cuanto a la dolarización de facto, asegura que las operaciones en divisas abarcan el 80% de las transacciones. «En cifras conservadoras estamos hablando de 2.300 millones de dólares circulando, es un proceso que ya es irreversible». Catalogó de positivo que empresas estén planteando la posibilidad de instalar cajeros automáticos que emitan dólares, para facilitar las operaciones comerciales.
Sostiene que en diciembre las empresas tendrán poco inventario para atender la demanda navideña. «Aquellos sectores que no han podido laborar son los que tienen inventario y buscarán meterse en el bolsillo de la gente. Habrá empresas que no contarán con ese beneficio y enfrentarán la temporada con poca mercancía«, apuntó.
Desconfían de Ley Antibloqueo
Felipe Capozzolo indicó que los empresarios están escépticos ante la Ley Antibloqueo que aprobó la Asamblea Nacional Constituyente. «Esta ley enfrenta dos retos, el primero es ver cómo va a logra resolver los problemas de los venezolanos, en reducir la pobreza y generar confianza para que venga la inversión, ese es un reto fundamental. El segundo es que tiene que ser una ley transparente, con mecanismos claros, honestos, y si no logra superar esas dos cosas entonces difícilmente servirá para resolver la crisis del país y ocurrirá como la Ley de Precios Justos que agravó el problema económico. Será una ley perdida en el tiempo y será letra muerta en papel», aseveró.
Esta semana diferentes sectores económicos de Venezuela se han pronunciado contra la Ley Antibloqueo, en el caso de la Cámara de Industriales del estado Lara, sus directivos afirmaron que este instrumento jurídico sólo pretende conferir al Poder Ejecutivo poderes excepcionales para contrarrestar el efecto de las sanciones internacionales.