María B. Jordán | LA PRENSA de Lara.- Se resuelven con el comercio de peroles usados. Las ventas de garaje toman terreno en Barquisimeto, donde se pueden encontrar puesticos donde se exhiben cosas usadas.
Algunos lo hacen por tener un dinero extra y otros para salir de lo que no usan en casa, pero hay quienes se dedican exclusivamente a las ventas de artículos de segunda mano.
En varias calles, del centro, este y oeste de la ciudad se pueden encontrar carteles que dicen «venta de garaje». Aunque Elizabeth Torcate es abogada y mata «tigritos» con su profesión, detalló que la necesidad y la crisis la encaminó a montar su propio negocio de cosas usadas, «todo lo que tengo aquí es mío, lo que no necesito lo voy vendiendo».
En el garaje y en el porche de su casa, Torcate junto a su esposo saca todas las cosas para exhibición y tiene desde televisores, hasta juguetes y cauchos, «todos lo que este en buen estado o sirva para reparación se puede vender y la gente lo busca porque tiene utilidad».
Torcate detalló que todo lo vende barato, un televisor para reparar puede salir en 35 mil bolívares, mientras que unas repisas con espejos pueden variar los precios, pero van desde los 100 mil bolívares. «He vendido camas, estantes y cualquier cosa que tengan mis hijos en sus casas».
La vendedora comentó que hay personas que también van y le encargan cosas y si están a su alcance se las consiguen, pues hay quienes de dedican a la compra y venta de cosas de segunda mando. Todo lo pueden vender, detallan los comerciantes de cosas usadas, desde repuestos para carros, hasta televisores y ropa, solo deben exhibir la mercancía en el garaje de sus casa y promocionar.
Margarita Cabrera es otra persona que tiene en el frente de su casa un cartel que dice «venta de garaje» donde pueden conseguir cosas para el hogar, «mi mamá antes compraba mucho y tenia antigüedades y yo decidí venderlas para desocupar la casa», asegurando que la gente solo esta por comprar comida, pero si se logra vender y detalla que hay quienes lo hacen para irse del país.
María Aguilar es obrera y comentó que ella puede hablar con experiencia propia, «ante la situación que hay en el país mi hija a vendido muchas cosas, solo para pagarle los estudios a mi nieta, hay que vender lo que se consiga para tener un ingreso adicional».