Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Sales y disfrutas del momento, tienes todo lo que en un momento deseaste, una felicidad momentánea que termina cuando llegas a casa «tengo todo, pero me falta algo», puede ser una de las frases más comunes o indicativas para identificar que tenemos un vacío emocional.
La psicóloga y psicoterapeuta Johanna Hernández define que los vacíos emocionales son como su nombre lo indica espacios que presentamos de emociones y sentimientos que no se satisfacen, estos pueden ser por personas o porque nos han reprimido el sentir.
«Nos han acostumbrado a que es de débiles llorar, a que la niñas lindas no se ponen bravas», señala, entre otras normas que impone la sociedad. La especialista da el ejemplo del rompecabezas cuando tenemos piezas que encajan pero aún así no es la correcta, tal cual son los vacíos emocionales encontramos con que llenarlos pero no son suficiente para satisfacernos.
«Los vacíos emocionales siempre y cuando sean consientes no son malos«, señala que cada quien llena ese vacío emocional de manera diferente, una de las formas más comunes es con la comida por dar una falsa sensación de seguridad y tranquilidad «es ansiedad, porque si realmente tuvieses hambre te llenaras con cualquier cosa, pero es algo en especifico lo que quieres»
También hace referencia a esas personas que cambian constantemente de relación y no toman un tiempo para aprender de la relación «dicen un clavo saca a otro clavo, pero realmente lo que nos causa angustia es contactar con ese vacío, toda situación que se va nos deja un vacío», comenta, que esas personas no se quieren sentir solas.
«Es lo que llamamos un rebusque, que es algo que se siente bien en el momento», pensando en la satisfacción inmediata aceptamos ciertas situaciones que nos hacen sentir «bien» momentáneamente.
Tipos de vacíos
La especialista asegura que existen dos tipos de vacío, el fértil el estéril. El fértil como su nombre lo indica es el que da frutos, cuando nos hace crecer y aprendemos de el y el estéril cuando no sabemos con qué llenarnos y recurrimos por ejemplo a los vicios.
¿Qué se recomienda?
Hernández señala que es inevitable sentirnos triste y con rabia más sin embargo hay que reconocer y aceptar lo que estamos sintiendo y el otro paso es buscar ayuda profesional para aprender del mismo.