Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- El bachaquero es su farmacéutico. Las redes sociales son sus farmacias. Así se puede definir la realidad de los pacientes neurolépticos (enfermos que toman medicamentos para tratar crisis psicóticas como la ansiedad, la depresión, o los problemas neurológicos) que ven con tristeza cómo desde hace dos años y medio la única forma de encontrar estos remedios es recurriendo al mercado negro.
Según explican médicos y familiares de pacientes consultados por LA PRENSA, el control que impuso el Gobierno sobre estos medicamentos a través de las regularizaciones generó una escasez casi total en las droguerías. Tan marcada es la ausencia de estos fármacos en el mercado que, salvo algunos ansiolíticos como el alpran, todo lo demás (tegretol, fenobarbital, tríptico) se consigue sólo con los bachaqueros.
Olga Suárez (nombre que le daremos a una paciente que sufre de convulsiones) explica que los problemas para estos pacientes no se limitan únicamente a la escasez en las farmacias, pues el costo que estos productos tienen en el mercado negro hace que sea inaccesible para muchos pacientes. «Una caja de fenobarbital que trae 30 pastillas cuesta 15 dólares (185 mil bolívares). Similar es el precio del tríptico (antidepresivo) que cuesta unos 10 billetes verdes (125 mil soberanos).
«Uno cae de espaldas cada vez que ve esos precios y lo que da es ganas de llorar cuando se recuerda que en las farmacias, hace cinco años, se encontraban estas pastillas en 5 bolívares», dice.
René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara, reconoce la realidad que atraviesan estos enfermos y señala que en estos momentos los pacientes prefieren consultar una página en Facebook o una cadena WhatsApp antes que preguntarle a los farmacéuticos. «Hace dos años y medio la escasez apareció para quedarse. Ni siquiera en los centros públicos se consiguen medicamentos y eso es lamentable», señala.
La ausencia de medicamentos en las farmacias es tan alta que, de acuerdo a los números que maneja la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven) y el Colegio de Farmacéuticos en el estado Lara, en estos momentos la escasez de medicamentos neurolépticos es de un 95%.
«Los laboratorios no traen estos medicamentos porque son de alto costo. Los que están en las calles son los pocos que produce el Gobierno nacional o los que se compran en Colombia. Sea cual sea el fármaco ofertado el paciente debe pagar en dólares», comenta Rivas.
«La sociedad está muy deprimida»
La grave crisis económica, política y social que atraviesa el país incrementa los casos de depresión y ansiedad. Según comentan los psicólogos y psiquiatras en estos momentos hay una mayor dependencia de medicamentos neurolépticos, pues «la sociedad está muy deprimida».
Marco Tulio Mendoza, psiquiatra, explicó en días pasados que los problemas sociales del país incrementan la cantidad de personas con cuadros depresivos. «Esto es conocido en la medicina como desesperanza aprendida. La gente vive en un ambiente hostil y no sabe cómo reaccionar ante eso», señala.
La migración masiva de personas también genera cambios en los estados anímicos de las personas, pues las familias se desintegran y eso genera depresión.