Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- Las colas de gasolina son los nuevos comedores en Venezuela. Aunque parezca un chiste cada vez son más las personas que se llevan sus alimentos a las estaciones de servicio, pues saben que pasarán al menos ocho horas en una fila para poner combustible.
Como si fuesen a trabajar las personas que madrugan o amanecen en las colas preparan sus loncheras. «Si no hacemos eso nos morimos de hambre. Aquí la gente llega a las 4:30 de la mañana y se va a la 1 o 2 de la tarde», señala Marta Valencia, mujer que salió de su casa a las 4:00 am con un bolsito en donde tenía hasta galletas, «por si provoca chuchear».
Las personas consultadas señalan que cuando no llevan alimentos llaman a alguien que viva cerca o que vaya a pasar por allí para que les lleve almuerzo. Algunos compran tostones o cambures para aguantar el hambre. «Estamos en un país con petróleo,, pero sin gasolina y por eso hacemos esto», decía Carlos Sira, mientras empujaba su carro en la estación de servicio de El Cují.