Daimar Díaz | LA PRENSA DE LARA.- Hacer reparaciones en una vivienda ha quedado en el pasado, los cabezas de familias se han olvidado de aquellos retoquitos que hacen mejorar la fachada de las viviendas, y es que el poco dinero con el que cuentan lo destinan para cosas más «prioritarias«, como alimentarse.
Reparar filtraciones o grietas en las paredes, tapar goteras o hacer cualquier obra que requiera gran cantidad de materiales ferreteros ya no forman parte de las prioridades en los hogares, pues «o se arregla la casa o se come», acción que ha dejado totalmente paralizado a este sector.
«Aunque da dolor ver cómo las casas se van deteriorando, no estamos en capacidad de realizar esas reparaciones, porque o se arregla la casa o se come», expresó Ángela Torrealba.
Las ferreterías desoladas es la prueba del declive del sector, pues sus mismos encargados aseguran que rara vez cuentan con un comprador que busque algún tipo de material de construcción y aunque ya el cemento se consigue con mayor facilidad, el precio es difícil de pagar ya que este se ubica en 10 dólares el saco.
«Ya nadie volvió a construir ni a pequeña o a gran escala, una que otra persona se acerca, pero buscando pego o friso listo que es lo más económico», dijo Katty Soci, encargada de una ferretería.
Los productos para impermeabilizar son los que suelen buscar con alguna regularidad por las llegadas de las lluvias; sin embargo, los precios espantan a los clientes.
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