Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.-& ;Un total de 110 indultos concedió el gobierno nacional a opositores que se encontraban presos políticos, con procedimientos judiciales en curso, en el exilio o la clandestinidad. En la lista figuran 30 diputados de la Asamblea Nacional, la mayoría con su inmunidad parlamentaria allanada desde 2019; algunos con orden de captura emitida por el Ministerio Público; dos con medidas cautelares de casa por cárcel, dos tras las rejas y 13 desterrados del país.
La medida genera suspicacia entre politólogos y dirigentes políticos, que creen que esta nueva jugada del gobierno tiene el propósito de seguir fracturando las bases de la oposición liderada por Juan Guaidó, y forzar una participación electoral el 6 de diciembre, aunque la comunidad internacional siga cuestionando las parlamentarias.
«El indulto es una figura que el presidente de la República puede utilizar para personas que están sentenciadas, encarceladas y no aplica en este caso, porque mucho de los que nombró el gobierno no están presos, están en el exilio. No aplica para los que están detenidos, porque fueron privados de su libertad injustamente, sin derecho a la defensa, sin debido proceso y en muchos casos fueron a través de desapariciones forzadas», explicó Luis Salamanca, doctor en Ciencia Política.
Informó que por esta razón, la acción de Maduro no puede ser considerada un sobreseimiento político, tal como ocurrió en 1994 cuando el expresidente Rafael Caldera lo hizo con Hugo Chávez dos años después de liderar un golpe de Estado. «Eso no garantiza que no los vuelvan a meter preso. Este gobierno si los quiere poner presos los podrá de manera arbitraria cuando quiera. Lo que ha ocurrido es una gran movida de la puerta giratoria, sueltan a unos presos para que entren otros», enfatizó.
A su juicio Maduro deja claro que su gestión tiene un propósito y es electoral. «Utilizan a estos diputados para mejorar las condiciones del 6 de diciembre y seguir enredando a la oposición, que hoy se muestra más dividida», alega. Sostiene que los rumores de una negociación política entre figuras de la oposición como Henrique Capriles que han manifestado la necesidad de movilizar a la población en torno a unas elecciones, agarra fuerza.
«Capriles fue candidato presidencial dos veces, estuvo a punto de derrotar a Maduro y es evidente que quiere recuperar su liderazgo, cosa que tiene derecho, pero debe considerar que en este momento hay un clamor por participar unitariamente en las elecciones parlamentaria, esa la única manera de justificar unas elecciones que están terriblemente controladas y amañadas por el gobierno», expresó.
Sostener el poder
Para el politólogo Doriam González, esta acción ha sido la más grande concesión que el gobierno de Maduro hasta ahora ha tenido con dirigentes opositores. «Lo lamentable es que estos políticos están siendo tratados como monedas de cambio», soltó.
Argumenta que el oficialismo busca aumentar los niveles de control en la participación política, además de tener una Asamblea Nacional reconocida por la comunidad internacional o sus aliados internacionales como China, Rusia, Irán o países de occidente y esto lo hace para «generar el soporte para permanecer en el poder».
«Creo que hay actores internacionales involucrados en estos sobreseimientos, no sabemos quiénes son, pero tratan de modificar la presión interna. Hay que tener en cuenta que la comunidad internacional sí tiene elementos para negociar con la estructura de poder que hoy dirige Maduro, por las sanciones económicas y diplomáticas que han aplicado. No así la oposición, que en este momento no es capaz de crear ni siquiera la presión social para tratar de sentarse con algo que sirva para intercambiar», mencionó.
Esquivarán señuelo
Antonio Ledezma, dirigente nacional de Alianza Bravo Pueblo, desde el exilio manifestó que la oposición y los diputados que recibieron el indulto no irán a ningún proceso electoral, y se mantendrán debatiendo sobre la ruta política que impulse la salida de Maduro.
«Lo importante es que el propio presidente Guaidó y la determinante mayoría de los grupos políticos de Venezuela, se nieguen a avalar ese fraude. Hay coincidencia de retomar las estrategias del cese de la usurpación, como también hay coincidencia de que solos no podemos, de que es necesario un nuevo esquema de conducción política, esos son los puntos en los que estamos coincidiendo, falta afinar cómo sería esa conducción política, que según nuestro criterio tiene que ser amplia, inclusiva, sin sectarismo, con mucha ética, con mucha moral, sin infiltrados, sin traidores», refirió.
A su criterio esta es una acción desesperada de Nicolás Maduro. «Está tirando una patada, de la desesperación que tiene de saber que cada día está más atrapado por la crisis humanitaria, por la crisis política que él mismo ha generado, o sea lo está devorando el propio monstruo de la catástrofe que él procreó», enfatizó.
Ledezma, que sostuvo una reunión con Guaidó el fin de semana por videoconferencia, insiste en que la salida del gobierno debe ser a través de vías como el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
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