Ana Uzcátegui – LA PRENSA de Lara.- «Tenemos un país anémico, una sociedad con hambre es una sociedad subdesarrollada», considera el sociólogo y también coordinador del Observatorio de Universidades en Lara, Carlos Meléndez.
La falta de energía impide a los adultos que pueden trabajar rindiendo al 100%, el cansancio es permanente en una persona que no consume los requerimientos mínimos de alimentación. «La desnutrición está haciendo mella en las áreas de formación académica». Asegura que ya no sólo se están desmayando por hambre en las escuelas o liceos que no cuentan con un programa de alimentación escolar, hay casos de desvanecimiento también en universidades.
Esta realidad, influye en los niveles de deserción estudiantil o ausentismo en las casas de estudio. «A través de una encuesta de condiciones de vida del Observatorio de Universidades, se determinó que el 20% de los docentes en universidades públicas de la entidad, nunca comen ni carne ni pollo, y el 40% no consume pescado. Envejecen más rápidamente y el 40% está condicionado por el consumo de algún tipo de medicamentos para enfermedades crónicas», informó.