Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.-& ;No sólo hacer largas colas por días para surtir de gasolina un carro es humillante, ahora esta situación se convirtió en una tragedia. Ayer dos familias se enlutaron luego de que un carro perdiera el control y arrollara a dos hombres que se encontraban sentados en una isla de una avenida de Barrio Unión esperando para llenar su tanque en la estación de servicio de la Libertador con 37.
Eran casi las 9:00 de la mañana cuando Pastor José Escalona Rodríguez (55), conocido cariñosamente como «Poporito«, Aníbal Melquíades Montes Rojas (53), una dama y una niña, de siete años, estaban sentados en la isla de la avenida Divina Pastora con calle 10 de Barrio Unión.
Los cuatro tenían 10 días en el lugar y en la isla echaban cuento aguardando que se moviera la cola. A los pocos minutos, un Chevrolet Malibú azul que iba sentido oeste-este, aparentemente, presentó una falla mecánica que generó que el conductor perdiera el control. El carro saltó la isla y fue directo a donde estaban «Poporito«, Aníbal, la mujer y la niña, y los impactó de forma brutal.
El Malibú siguió su paso e impactó contra un árbol. El chofer trataba de maniobrar y terminó contra otro arbusto. Luego de eso, Pastor y Aníbal quedaron muy malheridos, mientras que la niña sufrió heridas en varias partes de su cuerpo al igual que su madre.
Los otros conductores que estaban en la cola corrieron a auxiliarlos. «Poporito estaba muy mal. El carro le pasó por encima. De una vez lo montamos en una camioneta que era de la familia para el hospital. A Aníbal se le partieron las piernas», decía un hombre que estaba en la zona cuando ocurrió el accidente.
A los cuatro lesionados los trasladaron hasta la Emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, pero «Poporito» no aguantó y murió. Mientras que Aníbal luchó por su vida durante tres horas y mientras estaban haciendo una placa de tórax en una clínica privada, falleció.
La pequeña que resultó lesionada se encuentra recluida en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga y se pudo conocer que presentó fracturas en ambos brazos, mientras que su madre sólo tuvo excoriaciones.
«Esto es el resultado de todo lo que arrastran las colas por gasolina. No es justo que tengamos días y días haciendo cola para que nos echen unos poquitos litros de gasolina», se quejó Ignacio Torres, quien se encontraba en la cola y vio la tragedia de esta familia.
Se pudo conocer que el conductor que ocasionó el accidente fue detenido por funcionarios de la PNB. El conductor del Malibú salió de Mercabar antes de la tragedia y según testigos, confesó que perdió el control por fallas en su carro y con lágrimas lamentaba la tragedia.
En Lara no es primera vez que ocurre una tragedia en la vía en donde los conductores apostados en una cola de gasolina se ven afectados. En octubre de 2010, una gandola causó un accidente múltiple en Los Mangos de Sarare, municipio Simón Planas.
Según los registros de LA PRENSA, por las colas de gasolina también han ocurrido accidentes con saldo de personas lesionadas. El 5 de junio Jonathan Amaro, estaba en una cola para surtir su moto, cuando fue arrollado por un carro en la estación Sinamaica, ubicada en Rastrojitos al norte de Barquisimeto.
Ese día se conoció que Amaro esperó en cola día y medio, y cuando le faltaban 10 motos para poder surtir caminó hasta la entrada de la bomba para evitar que nadie se coleara, pero en fracciones de segundos un hombre que manejaba su carro e intentaba meterse en la estación retrocedió velozmente y lo arrolló.
Minutos de terror en Sarare
Una gandola causó terror en una cola de Sarare. Hace 10 meses en la estación de Los Mangos, ubicada en Simón Planas, ocurrió uno de los accidentes más brutales de los últimos cinco años, pues estuvieron involucrados 15 carros y dejó un saldo de 14 personas lesionadas, cuando estaban en una cola para gasolina, en la carretera Barquisimeto-Acarigua.
Tras el accidente, los heridos estaban tendidos sobre el pavimento y un niño causó conmoción. En un video difundido en redes sociales se escucha el grito desgarrador del pequeño cuando ve que su padre sufrió graves lesiones y estaba inconsciente.
Dos días después de ese 20 de octubre, Luis Pino, de 38 años, uno de los sobrevivientes al accidente, recordó como fueron los minutos de terror. «Escuché los cornetazos de la gandola, sentí el fuerte golpe en el carro y quedé en shock», dijo.
Luis estaba en la cola de la estación de servicio con su carro Ford Laser blanco para surtirse de gasolina y tras el múltiple accidente, un camión 750, que estaba justo detrás de él en la cola, lo impactó tan fuerte que se golpeó la cabeza y por segundos quedó inmóvil, sin poder hacer nada. El llanto desesperado de su bebé de 4 meses lo hizo volver en sí.
El hombre en medio de la desesperación le pidió a un conductor, que pasó minutos después del accidente, para que los llevaran al Hospital de Sarare, pues temían lo peor para sus hijas.
El mayor temor de Luis era que uno de los carros «soltara un chispazo» y ocurriera una tragedia, pues por estar tan cerca de la bomba podía generarse una explosión de magnitud apocalíptica.
El hombre de 38 años, sólo presentó una herida en la cabeza y le agarraron alrededor de cinco puntos, mientras su esposa resultó ilesa y las niñas fueron trasladadas hasta el Hospital Pediátrico de Barquisimeto. Sólo la menor de 7 años quedó hospitalizada, debido a que le debían practicar otros exámenes.
En el accidente no se registraron muertes, pero al menos cuatro personas estuvieron muy graves durante casi un mes en el Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto, a uno de ellos tuvieron que amputarle el brazo.
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