José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.- Huecos, suciedad y descuido es lo que abunda en la que podría ser considerada la arteria vial más importante de Barquisimeto: la avenida Venezuela; pues solo basta transitar por cualquiera de sus diez canales para comprobar su mal estado.
Con 5,74 kilómetros de extensión, la avenida Venezuela no es solo un cruce de vías, sino también el hogar de al menos 25 troneras de más de un metro de largo y 10 centímetros de profundidad; la mayoría, presentes en el tramo que va desde la calle 42 hasta la calle 22.
Uno de los lugares cuyo pavimento está en mal estado es a la altura de la calle 35, donde todos los vehículos y buses tienen que sortear dos huecos, además de los comerciantes informales. Ramón Briceño era uno de esos choferes que transitaba por allí.
«Trato de pasar lo menos que pueda por acá porque la vía está muy mala y los cauchos usados o nuevos están muy caros. La alcaldía y la gobernación tienen que hacer algo porque da pena el estado de la Venezuela«, exclamó con rabia.
Si bien los dos canales centrales de la avenida están destinados para Transbarca, estos están igual o peor que el resto de la vialidad de esa avenida; incluso a la altura del Mercado Terepaima hay una tronera tan enorme que algunas unidades prefieren utilizar el canal lento de la vía regular.
Lo mismo sucede casi cuatro cuadras después, donde el borde de esa tronera está tan elevado que los bloques que funcionan como hombrillo entre la vía especial y la regular forman un arco bastante inclinado.
En la avenida Venezuela no solo abundan los huecos, sino también la suciedad y el mal estado de las áreas verdes. Teniendo en cuenta que esta avenida es la «bienvenida» que se da a la ciudad para propios y extraños, para quienes transitan en esta vía todos los días dicen que «les da pena» lo que los turistas pueden ver.
«A esta avenida la suelen arreglar entre diciembre y enero por los preparativos de la procesión de la Divina Pastora, para que la gente no la encuentra fea, pero igual siguen viniendo durante el resto del año y lo que ven es que hay son puros huecos«, señaló Alejandra Barradas desde la puerta de su casa, ubicada a la altura de la calle 12.
Barradas menciona que si bien hay cuadrillas de Imaubar que limpian la basura, a veces no es suficiente con los montones de basura que se concentran en ciertos puntos, como en el Mercado Terepaima, la avenida Vargas y el Sambil.
«Ellos hacen lo suyo, pero hay personas que de verdad no colaboran en mantener las calles limpias«, resaltó.
Sobre los turistas que vienen a la ciudad, puede que muchos que lleguen a Barquisimeto por primera vez no puedan llegar a su destino, pues la señalización de la Venezuela están borrados, caídos o incluso tapados por árboles excesivamente frondosos.
A esto se le anexa el hecho de que cuando ocurren apagones en algún tramo de la avenida, tanto de noche como de día, el tráfico en algunas intersecciones se vuelven una pesadilla, tal como a veces ocurre en los semáforos de las calles 13 y 14.
Apagones fatales
Si el alumbrado público en la avenida Venezuela era deficiente, después de los apagones nacionales y los racionamientos eléctricos la situación se empeoró mucho más.
Así lo comentan choferes y personas que viven en esta importante avenida (la más ancha de Barquisimeto), quienes aseguran que son varios los tramos que se quedan a oscuras por completo cuando sí hay luz.
«Después de los apagones muchos bombillos no prendieron más nunca; por eso así haya luz no pareciese porque aquí lo que hay es una oscurana que da tanto miedo que uno ni se asoma«, explica Jesús Jiménez desde el porche de su casa, ubicada en la calle 37.
Choferes, por su parte, aseguran que la falta de alumbrado público hace que el manejar por esta avenida sea todo un peligro, pues no solo tienen que estar pendientes de no caer en una tronera.
«Yo no quiero cambiar un caucho en plena oscuridad; es demasiado peligroso estar en esa situación«, precisó el señor Juan Sequera.