Daimar Díaz | LA PRENSA de Lara.-& ;Huecos que parecen cráteres es lo que se consigue en todas las calles de Carora, los cuales desde hace dos años se han ido deteriorando, según comentan sus habitantes debido a la falta de mantenimiento e inversión, pues los planes de asfaltado por parte de la alcaldía jamás se volvieron a ejecutar.
Tuberías de aguas blancas rotas a causa del paso vehicular han contribuido con el daño del pavimento, pues el desgaste que han tenido las vías dejó al descubierto el tubo que surte el servicio de agua al preescolar Cecilio Zubillaga.
Desde las avenidas principales, como lo es la calle Comercio hasta las más lejanas comunidades no cuentan con un asfaltado libre de huecos. Transportistas son los principales afectados, pues aseguran que deben pasar una y otra vez por la misma vía dañada cuando cumplen su ruta.
«No podemos trabajar tranquilos si al tratar de esquivar un hueco caemos en otro, los cauchos se espichan y los ingresos no dan para comprar nuevos. Además, el tren delantero sufre con cada tronera y los frenos se desgastan más rápido», comentó Alexis Mendoza, chofer de una buseta.
Pero el caso que todos comentan es el árbol que creció en medio de la calle de la avenida Lara con calle Antonio Guzmán Blanco, donde hace cuatro años el pavimento se socavó gracias al colapso de una cloaca que fue reparado meses después, pero que ya había dejado secuelas con el transitar de los carros, este se fue abriendo más y con el pasar de los años un pequeño árbol nació en él.
«Es difícil para que los carros pasen por ahí porque el árbol congestiona el tráfico y por lo oscura que está la zona, en horas de la noche varios han chocado tratando de esquivarlo», manifestó el chofer José Rea.& ;
Viven en zozobra
El mal estado de las vías han vuelto intransitable el paso de los peatones, quienes deben saltar o incluso caminar trechos más largos para evitar cruzar los gigantescos huecos que hasta en lagunas se convierten con la llegada de las lluvias
Adriana Rodríguez vive justo al frente de la calle que tiene el hueco y comenta con profunda preocupación que a diario vive en zozobra porque cada vez son más los carros que se desvían hacia su vivienda para evitar estrellarse con el árbol.
El sentarse en las tardes en la acera de su casa quedó en el olvido, ahora se mantienen encerrados pues sienten que corren peligro si pasan mucho tiempo cerca de la peligrosa calle.
«Nos da miedo que cuando estemos sentados afuera un carro se nos venga encima por tratar de esquivar el árbol, es un peligro lo que acá vivimos, mientras que la alcaldía no se preocupa en hacer nada», manifestó Adriana Rodríguez.
Pero el mayor temor de los habitantes de este sector es que el asfalto se pierda en su totalidad, ya que el árbol sigue creciendo y en cualquier momento las raíces buscarán expandirse.
«Si el árbol crece más las raíces buscarán estirarse hasta las casas y allí nos acabarán hasta con los pisos», añadió Rodríguez.
También comentó que han ido hasta la alcaldía y Ministerio de Ambiente a realizar el reporte, pero sólo reciben excusas como respuestas, dejando a las familias sufriendo por el tránsito vehicular que a diario frecuenta la zona y pone en riesgo las vida de sus habitantes.
«Van a esperar que ocurra una tragedia para poder venir y sacar ese árbol de raíz, si los vecinos de la comunidad tuviéramos las herramientas para hacerlo y los recursos para tapar ese hueco lo haríamos, pero lamentablemente no podemos costear el arreglo de la calle», agregó Oscar Ochoa, habitante del sector y afectado por la mala gestión y descuido de la alcaldía que aún espera por soluciones.
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