Osman Rojas D. | LA PRENSA de Lara – Por primera vez en mucho tiempo el centro de Barquisimeto tuvo un fin de semana «relajado». La radicalización de la cuarentena mermó de forma considerable la asistencia de personas a los comercios del lugar. Locales abiertos, pero vacíos fue el panorama reinante durante el sábado y domingo.
«Imaginamos que las restricciones que hay para circular por la ciudad hace que muchas personas no puedan llegar. Son contadas las personas que hoy han comprado algo aquí», comentaba Juan Montes, vendedor de películas en el centro de la ciudad.
Los comercios asiáticos eran los que más flujo de personas tenían. A pesar de ello las filas a las afueras de los comercios fueron una rareza, pues muy pocos locales tenían una aceptable demanda de clientes.
Atendiendo los lineamientos del Gobierno nacional los locales funcionaron hasta las 3:00 de la tarde el día sábado. Para este domingo, los que estaban abiertos, pensaban cerrar sus puertas a eso de las 12:00 del mediodía.
«Sin transporte es muy difícil salir. Uno hace el esfuerzo de bajar y caminar porque tiene que comprar comida, pero no es fácil lanzarse estos viajes», decía la señora Rosa Vásquez ama de casa residenciada en el oeste de la ciudad.
Los comerciantes consultados esperan que con la flexibilización de la cuarentena las ventas mejoren, pues señalan que el problema de ventas no fue sólo de sábado y domingo sino de toda la semana.
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