Daimar Díaz | LA PRENSA de Lara – Precios de los alimentos siguen en ascenso. Los guaros recorren diferentes establecimientos cazando ofertas en víveres y granos, pues el kilo de caraotas, el plato predilecto del venezolano, ya tiene un precio equivalente a la mitad del sueldo mínimo, es decir 200 mil bolívares.
Comprar lo del día y luego pensar en qué se comerá mañana es lo que sufren a diario los larenses, pues el poco dinero que ganan, sea vía sueldo o bono, no alcanza para hacer un buen mercado.
«Hasta comer caraotas resulta difícil por lo cara que están, ya dejaron de ser la comida del pobre», aseveró Cecilia Pérez, quien se dedica al oficio de doméstica.
«Se trata de buscar lo más barato, las caraotas rinden, pero sale costosa prepararlas, porque también se les debe echar bastantes aliños», aseveró Pérez.
Así como las caraotas negras, las lentejas y frijoles también registran precios desde los 190 mil hasta llegar a superar la barrera de los Bs 200 mil, lo que representa un duro golpe al bolsillo del guaro que acostumbra resolver las comidas con granos.
La arepas, otro de los alimentos que no faltan en las mesas de los guaros, también se están volviendo cuesta arriba poder comerlas. Para comprar un paquete de harina de maíz se debe disponer de al menos Bs. 190 mil, a cuyo valor se debe sumar el relleno. El huevo por ejemplo, tiene un precio superior a los Bs. 600 mil por cartón.
«Si el dólar sigue aumentando llegaremos al punto que no podremos comprar nada para comer porque todos los precios se dispararon en esta cuarentena», expresó Juan Vargas, un trabajador cuyo único ingreso es el salario mínimo más bonos.
Guaros consultados manifestaron su preocupación porque sienten que desde que comenzó el 2020 la situación ha ido empeorando. «Este año ha sido de más pobreza, no sé hasta cuánto aguantemos», dijo Beatriz Sira, ama de casa.
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