Orozco/Hernández | LA PRENSA de Lara.- El robo de bombonas de gas doméstico ha ido incrementando cada día, pues durante los largos cortes de luz nocturnos en los barrios al oeste de Barquisimeto, los hampones aprovechan para llevarse los cilindros.
Sectores como El Carmen, Los Crepúsculos, San José, Japón II , Los Colerientos y La Antena, los cuales son los sectores más afectados por los racionamientos eléctricos, son las víctimas de » los amigos de lo ajeno», quienes aprovechan para meterse en los patios de las casas y llevarse las preciadas bombonas.
«Ahora hay que colocarse las bombonas de almohada», expresaba la señora Carmen de Ballesteros, habitante de Los Crepúsculos, pues la semana pasada al levantarse a las 5:00 de la mañana fue a encender la cocina para hacerse el acostumbrado «guayoyito» y después de varios intentos, se asomó al patio y observó que sólo le dejaron la conexión, «santo cielo, ¿y ahora qué hago? Tengo que buscar la manera de conseguir una bombona porque tengo 3 nietos y no puedo cocinar a leña todos los días porque se me enferman», expresó.
Al parecer la situación crítica de la falta de gas no sólo queda en la pésima distribución del servicio, sino en la vigilancia constante. Conectar y desconectar la bombona a diario es una de las alternativas que han tomado las familias antes de irse a dormir, para esconder los cilindros hasta debajo de las camas.
José Pernalete comenta que «el servicio es malo y de paso nos roban las bombonitas, y cómo se recuperan si las empresas del gas no están vendiendo cilindros nuevos, entonces compramos bachaqueado y caemos en lo mismo, comprar a los que nos roban a nosotros«, denunció.
Mecates, cadenas, cerca de alambre de púas y hasta perros guardianes tienen que aplicar los vecinos del sector Los Colerientos y Japón II quienes ahora se desvelan y están atentos a cualquier bulla durante los cortes de luz extensos que pasan de las 8 horas, momento perfecto para que los choros se metan a las viviendas.
«Cuando se va la luz los ladrones aprovechan de hacer de las suyas. Antes robaban licuadoras, televisores, equipos de sonido, baterías de los carros, pero ahora la moda es bombonas de gas, no importa el peso o el tamaño», comentó Clara Gómez, a quien le robaron su cilindro hace más de 4 meses y aún no ha podido reponerla. Ahora cocina con una hornilla eléctrica que le prestó una hermana.
Por redes sociales y WhatsApp se puede ver casi a diario cómo los larenses que aplican la «viveza criolla» venden un cilindro, lleno o vacío, a dolares en efectivo, sin tener factura o contar su procedencia.
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