Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.-& ;Ova estás bien?, ¿estás vivo?», gritaba desesperadamente un amigo del hombre de 36 años, quien junto a 3 personas más quedaron tapiados mientras trabajaban extrayendo lajas de forma ilegal en el cerro Las Lajas, ubicado en la quebrada El Mamón de la Circunvalación Norte. Oswaldo Gil, conocido como «Ova», sobrevivió luego de que un talud de la montaña cedió y cubrió a los que se encontraban allí. Uno murió.
A las 2:00 de la tarde de ayer, «Ova» en compañía de Honorio Antonio González, de 26 años, Marco Antonio Rivero, de 44 años y Aníbal Rivero, de 55 años, comenzaron a trabajar como lo hacían desde hace años extrayendo lajas de un cerro, pero ayer ocurrió una tragedia. Todos quedaron tapiados y en medio de la tierra y el dolor gritaban que los ayudaran, pero al momento que ocurrió el derrumbe no había forma, pues la quebrada queda a unos 15 minutos caminando desde la Circunvalación.
Uno de los lesionados pudo salir. En medio de la adrenalina y sin importarle que tenía fractura en una pierna y brazo caminó hasta la entrada de la quebrada El Mamón, le pidió ayuda a unos conductores para que reportaran a la Policía lo que ocurría y a los pocos minutos funcionarios de Polilara, adscrito a la Dirección de Tránsito llegaron hasta el sitio del suceso, pero no lograban rescatarlos porque el cerro era un área confinada.
Poco tiempo después, llegaron funcionarios de la Guardia Nacional y escucharon los gritos desgarradores de uno de los sobrevivientes. «Tengo que subir, hay que rescatarlos», dijo uno de los militares y comenzó a escalar el empinado cerro sin importarle el peligro de la zona junto a dos compañeros.
Los militares llegaron hasta la especie de cueva en donde estaban tapiados los otros tres hombres. Allí el sobreviviente lesionado los guio hasta donde estaban los otros hombres. En pocos minutos, los castrenses localizaron al segundo sobreviviente y con una colchoneta que estaba en el sitio con mucho esfuerzo comenzaron a bajarlo por el empinado cerro y arrastrándolo con el colchón, hasta que llegaron donde estaba la patrulla.
Inmediatamente, los funcionarios montaron a los dos sobrevivientes y los trasladaron hasta la Emergencia del Seguro Pastor Oropeza y fueron identificados como Honorio y Marco Antonio, quienes se encuentran estables. Media hora después, arribaron funcionarios de Protección Civil y Bomberos de Iribarren, pues todavía quedaban dos personas tapiadas.
Ocho uniformados iniciaron con el rescate y escalaron hasta la cueva. «Ova» gritó apenas escuchó las voces de los rescatistas. Les decía «estoy bien, pero tengo una piedra que me está presionando el brazo». En medio de su desespero, decía que Aníbal estaba muerto.
Los funcionarios comenzaron a excavar con una pala. Removieron una inmensa piedra para poder abrir espacio y observar dónde se encontraban los otros hombres y luego de tres horas de ardua labor lograron sacar a «Ova». Pocos minutos después rescataron el cadáver de Aníbal, quien fue golpeado por una inmensa piedra.