Daimar Díaz | LA PRENSA de Lara.-& ;Tomate, papas, caraotas y cambur son algunos de los rubros que se producen en el pueblo de Río Claro, cuyas cosecha se comienzan a dañar por la falta de combustible, que no solo es necesario para cumplir con su traslado a los diferentes puntos de venta de la ciudad, sino también para activar las bombas del sistema de riego.
La escasez de gasolina se ha acentuado en los últimas semanas, lo que ha generado el desespero de los productores, al no saber cómo transportar sus cosechas, pues los revendedores del combustible en la zona piden hasta 5 dólares por litro de gasolina, cantidad que es imposible cancelar.
«Estamos de manos atadas mientras vemos perder nuestras cosechas, el producto de años de trabajo y dedicación», comentó Jesús Arrieche, productor de la zona.
Alrededor de 600 productores ven el declive de sus sembradíos, golpeados severamente por el aislamiento, pues las restricciones que ha implementado el gobierno nacional, además de las limitantes para surtir de combustible ha dejado a un lado el traslado de estos rubros del campo hasta Mercabar o mercados populares de la ciudad.
Las cosechas de tomate y cambur, son las que más han sufrido los embates de esta cuarentena y escasez de combustible, pues estas siembras se recogen cada dos días y suelen madurarse con rapidez, lo cual al no ser colocadas en las plazas de ventas, los productores registran grandes pérdidas.
Los 600 productores recogen a diario 25 kilos de tomate o cambur cada uno, para sumar un total de 15 mil kilos diarios, de los cuales 6 mil kilos se pierden por la falta de gasolina para trasladarlos a los mercados.& ;
«Diariamente los sembradíos de cambur y tomate dan 15 mil kilos de estas frutas, pero así como las recogemos sabemos que al menos 6 mil kilos se van a perder porque no podemos comercializarlas» expresó Arrieche. En el caso de los sembradíos de las caraotas, papas, pimentón o cebolla se recogen con un margen mayor de tiempo entre cada cosecha lo que les da tiempo de poder resolver su comercialización.
Resuelven con trueques& ;
Esta cuarentena y escasez de combustible organizó a los productores, quienes en busca de no perder sus cosechas acordaron intercambiar los rubros de sus siembras para bandearse y resolver sus tres comidas ante esta crisis que los ha azotado.
Dos kilos de cambur por un kilo de caraotas o plátano, son los trueques que realizan a diario los agricultores para tener un poco de variedad de alimentos en sus hogares.
Roómulo Perozo, productor de la localidad, expresó que el trueque es su manera de tener un poco abastecida su despensa, pues sus frutas también las cambia por arroz o pasta.
«Como el cambur es muy barato acá me ha tocado hasta dar seis o siete kilos por uno de arroz, pero al no tener como ir a comprar hasta Barquisimeto prefiero cambiarlo», expresó Perozo.
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