Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.-& ;En Venezuela el coronavirus no está bajo control. Aunque el Gobierno de Nicolás Maduro señale que en el país la expansión del virus no ha sido tan violenta como en las demás naciones del mundo, los médicos consideran que no se puede cantar victoria, pues todavía no se ha alcanzado el pico de la curva.
Édgar Capriles, médico internista, miembro de la Comisión Científica nombrada por el presidente encargado Juan Guaidó y uno de los responsables de encabezar las últimas dos campañas contra el dengue y la última contra el cólera en Venezuela, comenta que las autoridades sanitarias no pueden decir que el coronavirus está controlado, pues todavía hay muchas cosas que se deben trabajar en el país para poder decir que la pandemia se ha superado con éxito.
Explica que hablar de un aislamiento del virus no es algo que se pueda hacer en estos momentos, pues todavía hay muchas personas que no han sido expuestas al contagio lo que significa que todavía no se sabe cuál es el verdadero potencial de las instituciones sanitarias.
«Es muy aventurado hablar de un control de la enfermedad cuando no se ha llegado a la curva epidemiológica. En el país hay cosas que las autoridades nacionales deben salir a aclarar, como por ejemplo porqué no hay campañas de concientización en las calles o cómo es que la nación está aplicando tratamientos que la Organización Mundial para la Salud (OMS) no reconoce. Todavía no sabemos cuál es la capacidad de respuesta del sistema sanitario porque todavía no se ha llegado a la etapa de expansión del virus», dice.
El especialista considera que la población todavía no alcanza un nivel de conciencia social y eso se ve reflejado en las personas que por diversas circunstancias no guardan la cuarentena. Señala que hay mucha desinformación pues, aunque el Gobierno entregue todos los días información sobre cómo evoluciona la pandemia, eso no es un barómetro para medir el impacto del COVID-19.
«Una cadena no es una campaña. En el país las autoridades no hablan de las pruebas, por ejemplo no sabemos si es verdad que se hacen los exámenes de laboratorios que el Gobierno dice. Los voceros señalan que se están seleccionando casos para la realización de exámenes. No son todos los casos sino los más asintomáticos y eso no es lo que aconseja la Organización Mundial para la Salud. Lo segundo es que no sabemos si los reactivos que utilizan en Venezuela son creíbles. España y Francia regresaron a China una serie de pruebas que estaban arrojando falsos negativos y no sabemos si eso está pasando aquí. No hay nadie que contraste la información», dice.
El especialista asegura que Venezuela ha ido transitando la pandemia en medio del ocultismo algo que es contraproducente para poder aplicar campañas de prevención.
«Es necesario informar a la colectividad, pero eso no pasa. Un claro ejemplo de ello son los casos de coronavirus atendidos en los CDI. En estas instituciones no hay ni un médico venezolano. Eso es ocultismo, hay un secretismo total y no se sabe nada del comportamiento de la enfermedad. En la epidemiología se sabe que la falta de información genera rumores», dice
Faltan laboratorios
El país no está preparado para afrontar la crisis del coronavirus. Por mucho que Maduro y su gobierno diga que la pandemia mantiene una curva recta es necesario crear mecanismos que permitan tener una rápida capacidad de respuesta. Uno de esos procesos es la descentralización de las pruebas de laboratorios, pues a juicio del doctor Capriles es necesario instalar laboratorios en todas las capitales del país para así detectar más rápido los casos y por ende actuar en su tratamiento lo más pronto posible.
«Es ilógico que todos los exámenes sean enviados a Caracas y más cuando tenemos una crisis con la gasolina. Aquí deberíamos implementar la instalación de laboratorios en cada una de las capitales del país para poder tener resultados mucho más rápido. Eso crearía, sin lugar a dudas, una mejor capacidad de respuesta», dice.
Capriles considera que otra de las cosas que debe hacer el Gobierno nacional es abrir por completo la red primaria (ambulatorios) para detectar con mayor velocidad los casos sospechosos. «Esa es la estrategia que nosotros, como comunidad científica aplicaríamos. No podemos estar sólo con hospitales centinelas o con CDI. Necesitamos un mayor rango de cobertura», precisa.
El especialista señala que la cuarentena social es una buena estrategia, pero debe ir acompañada con un plan para la atención de casos en Venezuela. Dice que el país debe contar con campañas de concientización para que las personas poco a poco vayan retomando sus rutinas con normalidad, pues la economía poco a poco empezará a sentir los embates del confinamiento. «Es necesario saber qué hacer para salir a la calle».
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