Osman Rojas D. | LA PRENSA de Lara | El coronavirus logró lo que no pudieron los funcionarios de seguridad. Por primera vez en mucho tiempo a las afueras del Antonio María Pineda no hubo aglomeración de personas. El despeje de esta área es atribuida a la pandemia del coronavirus, pues el miedo generalizado que hay en la población hace que sólo familiares directos de las personas hospitalizadas estén en el servicio.
«Aquí siempre viene hasta el compadre a ver a un paciente, pero desde el sábado las cosas han cambiado. La gente no se va a exponer de no ser necesario y por eso vemos cómo la cantidad de visitantes ha bajado», decía uno de los trabajadores del centro médico que no reveló su nombre.
Aunque las autoridades insisten en decir que dentro del Antonio María Pineda no hay ningún caso sospechoso, las personas no creen esto y prefieren no acercarse al área. «La gente llama por teléfono y prefiere no venir. Pregunta cómo está la gente y si es verdad que hay coronavirus. Lo bueno es que ahora los porteros son un poco más consciente con uno y nos dejan pasar cada vez que queremos», decía Luisana Domínguez, familiar de un paciente hospitalizado en la Emergencia del Central.
La poca presencia de personas no se ve únicamente a las afueras de la Emergencia, pues dentro de la institución hay camas vacías. «Hasta los pacientes se fueron por el coronavirus», decía la señora Domínguez al ser consultada.
Médicos fueron dados de de alta& ;
Los dos médicos que estaban en observación en el Seguro Pastor Oropeza por presentar síntomas asociados con el coronavirus fueron dados de alta. De acuerdo a lo explicado por el doctor Javier Cabrera, secretario de Salud en la región, a las dos personas se les realizaron pruebas para detectar si en efecto padecían el Covid-19 pero los resultados fueron negativos.
«La infección era asociada a cuadros bacterianos y no a coronavirus», dijo Cabrera.
El doctor explica que a estos pacientes se les aplicó tratamiento antibiótico y respondieron bien a la infección. Ambos continuarán con la evolución desde casa. «Estuvimos pendiente de estos dos médicos. Se respetó el protocolo a cumplir», dijo.
LA PRENSA pudo conocer que los médicos eran un residente de ginecobstetricia y un médico familiar. Ambos habrían tenido contacto con personas provenientes de Colombia y presentaban problemas respiratorios.