Agencias | LA PRENSA de Lara.- El venezolano y los Astros de Houston tuvieron un adelanto de lo que posiblemente vivirán a lo largo de la temporada cuando jueguen en condición de visitantes, tras el escándalo por el robo de señales que cometieron en 2017 y 2018.
Altuve fue abucheado ruidosamente cuando se le presentó para su debut en los Spring Training. Hubo ovaciones cuando se ponchó. Numerosos aficionados le reprocharon a gritos que era un tramposo. «Sólo oí algo de ruido, eso es todo«, dijo el venezolano.
Es una marcada diferencia respecto de lo ocurrido hace unos años, cuando el pequeño intermedista figuraba entre los peloteros más populares de las mayores.
El maracayero se mantiene firme su postura de estar listo para soportar las críticas tras el escándalo por el robo de señales que hicieron los Astros cuando ganaron la Serie Mundial en 2017, y la temporada siguiente. Lo que no pudo evitar fue un lanzamiento que lo golpeó.
«Le dieron en el pie. No fue nada, ¿saben a qué me refiero?», comentó el mánager de los Astros de Houston, Dusty Baker, tras la victoria conseguida por 11-1 sobre los Tigres de Detroit en un juego de pretemporada, disputado en un semivacío estadio Joker Marchant.
Los Astros de Houston están bajo el ojo de la tormenta por la acusación ya confirmada del robo de señas del 2017.
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